Opinión

No regresar a clases: una sensata decisión

PARACAÍDAS

Rogelio Guedea

Hace unos días el gobernador Nacho Peralta emitió un comunicado en el que informaba que, en virtud del estado que guarda la contingencia sanitaria en nuestra entidad, su gobierno había tomado la decisión (decisión que también se replicaba en otros estados del país) de terminar el ciclo escolar desde casa, una decisión que, por donde se le vea, es sensata y, sobre todo, es previsora, en especial porque la pandemia ha generado varias fuerzas encontradas que, de ceder a ellas, se podría poner en peligro lo más preciado que tenemos: la población infantil y juvenil de nuestro Estado y, con ella, por extensión, la población de mayor riesgo de contagiarse: los adultos mayores y las personas con patologías que los hacen más susceptibles al virus.

Cuando hablo de las fuerzas encontradas me refiero, obviamente, a las dos principales que toman juego en esta emergencia sanitaria: por un lado, los que tienen la visión de que la salud es la prioridad en esta pandemia (visión misma que ha expresado el propio gobernador del Estado y algunos ediles municipales) y, por otro, la visión de los que creen que la economía está por encima de la salud y el estado requiere ya reactivarse en virtud de que la crisis económica empieza a causar estragos en la población.

A estas dos visiones habrá que agregar no una visión más sino una actitud social: la de una inmensa mayoría de ciudadanos que, y esto hay que decirlo con todas sus letras, no ha guardado un solo día la cuarentena y ha seguido su vida como si no estuviéramos viviendo una emergencia sanitaria, aun cuando las cifras nacionales y estatales de contagios y de muertes siga cada día ascendiendo, sólo ayer rompimos el récord con 424 muertes en un solo día. La disyuntiva, por tanto, para las autoridades se impone complejísima y, por tanto, la toma de decisiones se hace también muy difícil, pero aun así yo considero que el gobierno del Estado ha manejado el tema de la pandemia muy inteligentemente (de ahí que estemos entre los estados con menos contagios) y tomado las decisiones pertinentes pues, por encima de todo, en ellas ha ponderado la salud de la ciudadanía sin darle la espalda, al menos en lo que está en sus manos, a la parte relacionada con la economía.

En este sentido, el gobernador Nacho Peralta tendrá que seguir siendo muy cuidadoso porque en el mensaje emitido hace unos días para anunciar el no regreso a clases y el término del ciclo escolar desde casa, también anunció que se iba a empezar a regresar ya a la actividad económica y comercial de forma paulatina pero cuidando todas las medidas sanitarias posibles, determinación que me parece muy bien porque en el ambiente ya se siente la desesperación de muchos comerciantes y demás, sin embargo (como quizá él mismo lo sabe) las medidas sanitarias de la sana distancia y del uso de cubrebocas ha sido en su mayoría un fracaso (seguimos viendo aglomeraciones de personas en todos los sitios sin ninguna medida de cuidado) y esto no hará sino recrudecer la pandemia y, entonces sí, perder todo lo que se ha ganado hasta ahora.

Si el gobierno estatal y los municipales quieren ya soltarle la soguilla al tigre de la actividad comercial, deberán entonces establecer una estrategia real de vigilancia poblacional para que de verdad hagan respetar las medidas de protección sanitaria tanto en comercios como en la población pues de lo contrario la realidad se nos tornará adversa y no habrá forma de controlarla.

Por lo demás, sigo pensando que la decisión de salvaguardar la vida de los estudiantes de todos los niveles y de los maestros que hacen un enorme esfuerzo para darle continuidad a la educación desde casa es otra decisión acertada del gobernador, como lo mismo será que continúe también protegiendo a todos los trabajadores de gobierno del Estado y de otras instituciones relacionadas con él, ámbitos en los que el mandatario estatal tiene un poder de decisión directo y determinante para mitigar la ola de contagios.  

 

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