Carlos Ramiro Vargas
Y la Realidad Socio/Política Colimense:
De los 32 estados existentes en la República mexicana sólo Colima se encuentra en color rojo; para el ejecutivo estatal, Ignacio Peralta y para su Secretaria de Salud, la pasante en la licenciatura de Turismo, Leticia Delgado Carrillo, este hecho se debe, según ellos, a la entrada tardada, -relativamente escribo yo-, de nuestra entidad a la propagación masiva del Covid 19, en el conjunto del país, por lo que este desfase respecto al resto de la nación puede interpretarse como una curva estadísticamente predecible; o sea, nada grave para ellos, según registra la evolución de la Pandemia que para el 31 de agosto contabilizaba 632 mil infectados, con 66, 120 fallecidos, en toda la República. Con estas cantidades encima, López Gatell, el polémico subsecretario de Salud, reconoce que México se encuentra en el “peor de los escenarios catastróficos”, según sus propias palabras tres meses atrás, y además, con un nivel de letalidad de las más altas en el planeta. De lo cual, Colima no es la excepción. Pues para el 31 de agosto, 2020, Colima contaba con 3,688, casos de Contagio, 428 defunciones y 535 casos activos estimados.
En un apunte adjunto a los datos de Colima, la Secretaría de Salud federal escribe que con estas cifras, nuestra entidad es de las que menos casos de contagiados representa.
Sin embargo, la Secretaría mencionada comete el burdo error metodológico de comparar en bruto al estado con los otros 31 del país. Al igual que con el problema de la violencia desbocada en Colima, desde el 2016.
Sin contemplar la dimensión demográfica y el tamaño territorial de este pequeño estado.
En interacción intensa, social y económica con Guanajuato, cuarto sitio en contagios, Jalisco, sexto, y con Michoacán, lugar 10 de infectados por Covid 19.
No contempla que de tener casos mínimos en marzo, ahora tenemos casi 4000 contagios, y nos encontramos en color Rojo. Mientras los demás estados mexicanos se encuentran en colores naranja y amarillo.
Las cuentas alegres como siempre, de Peralta Gobernador y Leticia Carrillo, resultan criminales, en medio de esta mortandad que se pudo haber disminuido a su más reducida expresión, al igual que las matanzas que no cesan; más tampoco implican la menor autocrítica a su pésima gestión de la crisis del Covid 19. Pues el gobierno más prianista de todo México, como es el peraltista reaccionó tarde en todo, nunca se aplicaron test de detección, vitales para registrar a los casos asintomáticos propagadores del virus, el aeropuerto de Cuauhtémoc como el de Manzanillo nunca fueron cerrados. Y por vía aérea fue que comenzó a propagarse la pandemia, con el turista alemán y con el migrante que retornó al municipio de Cuauhtémoc.
Nunca se cerró el estado de Colima, respecto a Jalisco y Michoacán.
Peralta gobernador, lejos de estructurar a una dirección competente en la Secretaría de Salud, impuso a Leticia Delgado Carrillo, pasante en Turismo, al frente de esta misma Secretaría, sólo por quedar bien con el Coordinador de los diputados federales morenistas, Mario Delgado Carrillo, hermano de la secretaria ya referida. La ineptitud y la corrupción de los dos supuestos epidemiólogos con los que cuenta Delgado Carrillo, no han aportado nada a la disminución de la curva de contagios en el estado.
Las compras de equipo para combatir a la Pandemia, fueron hechas a sobreprecio, y serán entregadas si bien le va al gobierno estatal, a inicios del 2021.
Y si ya desde enero, como lo había apuntado el diputado local, Guillermo Toscano, antes moreno, la Secretaría de
Salud, colimota, requería con urgencia 500 millones de pesos, esto no se vio reflejado en el préstamo solicitado por Peralta gobernador, en julio pasado, por 740 millones de pesos, de los cuales, nada más 170 irán destinados a esta Secretaría. No obstante la gravedad de la situación.
En todo ello los diputados locales incluidos los seis morenistas, y los cuatro del PT, apoyaron a Peralta gobernador, incluyendo la burda imposición de Leticia Delgado Carrillo, aunque exceptuando lo del nuevo crédito que aumenta la deuda pública estatal en alrededor de cinco mil millones de pesos. Por cierto, el nuevo crédito ya fue aprobado sin cuestionamientos por la Secretaría de Hacienda federal. Entonces, ¿a qué juega respecto a Colima, el Presidente, López Obrador?
No hubo tampoco la energía necesaria del gobierno peraltista para coordinarse correctamente con los municipios, y hoy, el municipio de Colima ya rebasó al de Manzanillo que fue el foco de expansión hasta hace poco, Tecomán baja y Villa de Álvarez se dispara.
Manzanillo nunca fue aislado como el gobierno chino, el italiano, el coreano del Sur, hicieron con ciudades y regiones enteras.
Más allá de los discursos, los alcaldes de estos municipios, más preocupados por promocionarse en pos de la gubernatura, no hicieron nada efectivo para controlar con severidad a la población.
Cinco meses después de los primeros casos en marzo, apenas andan poniéndose estrictos con lo del uso del cubrebocas. De dar risa.
Y las donaciones tardías de los diputados de Morena y PT a la Secretaría de Salud, no aportan nada relevante a la disminución drástica de la pandemia.
La desvergüenza de Leoncio Morán, alcalde de Colima, para presumir sus mentiras e inmovilidad respecto al Covid 19 en Colima, es mayúscula. Mientras no cesa un día de gastar fortunas en promocionarse para candidato a Gobernador, por el MC y el PAN, para el 2019. Lo curioso es que Morena Colima, sus dos facciones, no lo tocan ni con el pétalo de un guamúchil.
Ninguno de estos alcaldes como tampoco el gobernador, Ignacio Peralta, han impulsado la propuesta de Salario Universal de ayuda a los miles de desempleados que trajo la pandemia a nuestro estado.
No va con ellos jugársela con el proletariado y menos con los trabajadores informales que son mayoría en la entidad. Más de 150 mil.
A los migrantes colimenses los tienen totalmente olvidados. No obstante que no han dejado de mandar remesas importantes para la economía familiar, estatal.
Por todo ello, sin olvidar que el índice de asesinatos no cesa, la población colimense requiere reaccionar. Ya que con ninguno de los partidos se cuenta.
Es mucho el cinismo y la burla de Peralta gobernador, de su secretaria de Salud, para con el pueblo de Colima, y demasiados los fallecidos como para creerles en sus burdas explicaciones.
La indiferencia de todos los senadores y diputados federales colimenses, para aportar respuestas de fondo a esta crisis sanitaria, que ya es política y social, de Indira Vizcaíno Silva, de Griselda Valencia, de Claudia Yáñez Centeno, y para exigir un Juicio Político a Ignacio Peralta, gobernador y a todo su Gabinete, es evidente. Están en lo suyo.
Ahora, al igual que los diputados locales de Morena, la promoción de un juicio penal para los últimos tres ex presidentes es su prioridad, a ver si con ello mantienen la mayoría en el Congreso de la Unión, para las inminentes elecciones del 2021, pero no me apena decirles que las prioridades de Colima como pueblo son otras.
De colofón, y de acuerdo a las últimas cifras de la Secretaría de Salud, federal, en el último semestre de enero a julio el gabinete lopezobradorista y en plena Pandemia, gastó en Salud, 1.7 menos que en el 2019, y para el mismo periodo; lo inexplicable es que se ejerció, ¡un 4 por ciento menos de lo presupuestado a nivel, precisamente federal!.
Y los colimotes, Mario Delgado Carrillo, próximo presidente nacional de Morena, o César Yáñez Centeno, cuasi monárquico franquista impostado como Coordinador en Políticas Públicas del gobierno federal, ¿dónde están, en qué planeta viven?.
Carlos Ramiro Vargas. All Rigths Reserved.
Stockholm, Sweden. 31 de agosto, 2020.
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