Opinión

Gobierno de Tey Gutiérrez, en la mira

PARACAÍDAS

Rogelio Guedea

 La semana pasada fue asesinado a tiros Roberto Bravo, reconocido veterinario colimense y recientemente nombrado director de los festejos charrotaurinos del municipio de Villa de Álvarez. Los hechos se suscitaron en un restaurante de la plaza comercial Sendera, a plena luz del día. No mucho tiempo antes (en febrero del año pasado) fue asesinado el secretario del mismo municipio Alfredo Chávez.

A esto se agregan diversos asesinatos de policías municipales, todos de la gestión de Tey Gutiérrez. Aunque estos crímenes pudieran mirarse como parte de la ola de violencia que viene azotando a Colima desde hace ya algunos años, y que se recrudeció con el gobierno de Indira Vizcaíno, lo cierto es que el gobierno de la alcaldesa Tey Gutiérrez no queda nada bien parado con estas bajas de funcionarios de primer orden en un solo año, sobre todo si consideramos las visibles aspiraciones que tiene la munícipe villana para la gubernatura de 2027 o cualquier otro puesto de resonancia en la elección popular.

Más allá de la empatía que ha mostrado con estos homicidios, lo que la alcaldesa Tey Gutiérrez debe urgentemente aquilatar son los negativos que estos lamentables hechos tienen para su administración y para sus aspiraciones político-electorales, pues el halo de sospechosismo que generan en la población son los de una gestión en las que están sucediendo cosas para nada plausibles.

Si Tey Gutiérrez no tuviera aspiraciones mayores, todo podría seguir como está, pero como sabemos que es lo contrario, entonces ni su gobierno ni ningún otro gobierno de oposición (como el del mismo Riult Rivera, otro apuntado para el 2027) pueden cometer errores de esta magnitud ni mandar mensajes equívocos a la población sobre la honorabilidad de un mandato.

Lo que viene, pues, es que estando el gobierno de Tey Gutiérrez en la mira, es importante que de aquí en adelante piense muy bien en las decisiones que tomará para que su gestión recupere el ritmo de vuelo con el que empezó, de otra manera terminará decepcionando a la población que le ratificó su confianza para un segundo periodo. Por lo demás, las principales avenidas y vialidades villalvarenses siguen en un estado deplorable, ojalá que este año eso mejore también.