Opinión

La pasividad de Indira Vizcaíno ante el colapso pri/peraltista.

Carlos Ramiro Vargas

 Hace un mes, el des gobernador colimense, Ignacio Peralta Sánchez, declaraba en quiebra a su gobierno y en consecuencia empezaba a dejar de pagar, desde entonces y hasta la fecha, al magisterio de la sección 39, del SNTE, incluidos a los pensionados; luego, el cese de quincenas se hizo extensivo a trabajadores de la Secretaría de Salud, para posteriormente de plano no entregarles sus salarios a trabajadores de la Fiscalía General del estado, con lo que policías estatales y ministeriales quedan paralizados al no tener dinero ni para la gasolina. Del cese de pagos se ha pasado en menos de un mes a una crisis profunda de gobierno, pues simplemente no hay gobierno; a una crisis educativa, sanitaria, y de seguridad, en un contexto en el que las matanzas no se detienen, así como tampoco los feminicidios o las desapariciones. Como nunca habíamos visto en la historia de esta malograda entidad.

A los pocos días de la declaración de quiebra financiera estatal, llegó a Colima el presidente AMLO, y aunque prometió ayudar a resolver esta crisis de pagos, su gobierno, el federal, no ha movido un pelo por los miles de trabajadores de gobierno perjudicados. Como tampoco lo ha hecho, Indira Vizcaíno, la gobernadora electa con menos del 20 por ciento de los votantes; ya es sospechoso que ningún morenista se haya visto solidarizándose con los gremios de trabajadores afectados por esta medida gubernamental, pri/peraltista.

Y peor aún, a la única diputada local que se atrevió a proponer la demanda de juicio político al des/gobernador Peralta Sánchez, es decir, Claudia Aguirre, morenista, se le acalló por órdenes de Indira Vizcaíno, la electa gobernadora con menos de cien mil votos de 550 mil; mientras el comportamiento de todos los diputados locales salientes, se pasó de indigno y cobarde, ante la última de las comparencencias del gabinete financiero praltista, y del mismo gobernador, pues ninguno fue capaz de poner un hasta aquí al abuso desatado de poder por parte del poder ejecutivo, aún cuando en el discurso de los peraltistas el culpable de esta quiebra financiera estatal, la tiene el gobierno federal, al no haberle cumplido al tal Peralta, un préstamo por mil millones de pesos, por lo que para cumplir con los compromisos de los prestamistas bancarios, Peralta Sánchez no tuvo otra opción que dejar de pagar inicialmente cien millones de pesos, al noble magisterio estatal.

De Indira no se ha sabido nada, al respecto, pues sólo emitió una vaga promesa de auditar a este gobierno cuando tome formalmente el poder, el primero de diciembre.

En todo esta problemática, el comportamiento de Ignacio Peralta, no cesa de abusar de su poder, pues ya amenazó con un cese masivo de trabajadores para antes de fin de año, para meter en su lugar a 235 incondicionales y dotarles de un puesto estable de trabajo en la burocracia estatal. Y si del gobierno federal ni de Indira Vizcaíno y su morena se ve reacción alguna, dada la gravedad de la situación y el fariseísmo reiterado de Ignacio Peralta, culpando al gobierno federal de su incompetencia y frivolidad; tampoco hubo hasta hoy reacción de ninguno de los diputados federales, colimenses, salientes, ni de los entrantes,  como tampoco de los Senadores vigentes, como Griselda de la Mora Valencia, morena, o Gabriela Benavidez Covos, del PVEM porteño.

Es decir, están dejando solos a los miles de trabajadores afectados, que de no radicalizar sus medidas de protesta, como lo hacen los maestros de la CNTE, no les serán pagados sus salarios adeudados, dado que el cálculo de Ignacio Peralta, -quien no ha dejado de cobrar ni una sola de sus quincenas de más de 150 mil pesos, cada una-, es dejarle todo este caos a la electa gobernadora, Indira Vizcaíno, para forzar al gobierno federal a salir en defensa de su mandataria colimota.

A quien de paso le conviene que Peralta Sánchez despida a cuantos trabajadores pueda, para así poder la Indira Vizcaíno, tener un mayor margen de maniobra en su inminente administración.

Tal vez por ello no esté haciendo nada, y como lo hizo Arturo Núñez, ex gobernador de Tabasco, permitirá a Peralta Sánchez salir huyendo del país, con diez mil millones de pesos desviados del erario público, en el caso tabasqueño.

Cabe apuntar que de todos los que se dicen periodistas de análisis*, en Colima, el autor de estas líneas fue el único en predecir la quiebra financiera del pri/peraltismo, a la mitad de las campañas electorales de inicios de año, aseverando que Ignacio Peralta no dejaría dinero ni para el papel higiénico del complejo gubernamental del estado.

Es un hecho de que los trabajadores afectados, no pueden esperar a que Indira Vizcaíno asuma el poder, para posteriormente esperar la auditoria a Ignacio Peralta, quien para ese entonces ya no va estar en México, sino que estará huyendo con todo lo que se ha robado, tomando en cuenta que se dedicó más qua a gobernar, a endeudar a nuestro estado con cinco mil millones de pesos más, cuando la deuda heredada de Mario Anguiano y compañía no pasaba de cuatro mil…

Carlos Ramiro Vargas, todos los derechos reservados. Stockholm, Sweden, 10 de septiembre, 2021.

 

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