Opinión

Sobre el Ataque armado a la Fiscalía Estatal.

Carlos Ramiro Vargas.

El martes 27 de agosto internándose en la estrecha calle que da con el frente de la Fiscalía General de Justicia del estado de Colima, a las 5.20 de la mañana, un comando armado disparó innumerables veces contra toda la fachada, para después huir sin ningún problema, y sin ser alcanzados por ninguna patrulla policiaca; cuando el recinto y los aledaños que albergan los cubículos del ministerio público se encuentran resguardados por judiciales fuertemente armados, que en esta ocasión se quedaron paralizados y atónitos por el poder de las detonaciones y la audacia de los atacantes. La respuesta del gobernador Ignacio Peralta fue la de no informar a la población como es debido, sino bloquear toda nota acerca del ataque reduciéndolo a su mínima expresión, de tal modo que la inmensa mayoría de medios de difusión corruptos, -casi todos en Colima-, se plegaron servilmente a los dictados gubernamentales, para dar paso a la versión vertida por el Fiscal General, Gabriel Verduzco, quien aseveró que no fueron más de cuatro detonaciones y párenle de contar.

Sin embargo, al No poder detener a los agresores, reconoció que se les habían pelado.

Pero más allá de estos hechos inmediatos, de los cuales yo me enteré por Notimex y no por algún medio vendido local, a las 7.30 am, este ataque no fue obra de improvisados.

Pues no cualquiera se atreve a hacer semejante atentado, como tampoco cualquiera se atreve a atacar a una camioneta resguardada por cinco elementos de la Marina Armada de México, -tal y como aconteció en el ataque de hace un mes y fracción a la alcaldesa de Manzanillo, Gris/Elda Martínez-, por medio de dos motocicletas con cuatro sicarios, dos en cada una, y disparar ráfagas de metralla impactando en 30 ocasiones el vehículo de la primera edil porteña.

Y dada la parquedad de la miserable narrativa con la que Ignacio Peralta, des/gobernador priísta/peñanietista, de Colima, aborda y difunde el tema de la Inseguridad, la violencia y la absoluta impunidad que rigen en Colima, por medio de la cual, empequeñecen el cruento conflicto armado que padecemos al enfrentamiento de dos grupos antagónicos del crimen altamente organizado;  para luego concluir que la matazón nunca vista en el estado va disminuyendo.

Posición compartida por la máxima representante de AMLO presidente en la entidad, Indira Vizcaíno Rodríguez, pero de por sí muy irresponsable cuando existen barrios y comunidades enteros en casi todos los municipios de Colima dominados por el crimen y el narcotráfico.

Cuestión que los ciudadanos deberíamos de conocer de modo semejante a los avisos que informan sobre la actividad del volcán de fuego en toda la región.

Recordemos por otra parte que el Fiscal General del estado de Colima, México, Gabriel Verduzco Rodríguez, fue impuesto ilegalmente en el cargo hace casi un año, el 5 de septiembre del 2018, sin que los diputados locales hayan intervenido como lo manda la ley, y sin que los legisladores/as de Morena Colima, hayan dicho algo en contra. Sumisos ante el peor sátrapa que ha gobernado a los colimenses, y que incluso ha negado informar a estos vendidos traidores diputadetes, de los 35 millones de pesos que el hoy tirano por gusto propio, Ignacio Peralta, se gastó en los dos primeros años de su nefando mandato, o del 2016 al 2018.

De todos modos y aunque lo minimicen, el ataque frontal contra la Fiscalía es un reto y una burla al sistema policial colimense, a sus agentes operativos y judiciales, que han sido incapaces desde el 2005 de parar en seco este tsunami delincuencial que azota a la entidad. De la muy ladrona e incompetente policía municipal del derechista alcalde de Colima, el loco Morán, mejor ni hablar.

Lo más aberrante de todo esto es que ni a los diputados/as federales colimenses de Morena, -a los de los a otros partidos ni mencionarlos-, como a la Claudia Yáñez Centeno, o a la senadora también de morena Griselda Valencia de la Mora, ¡responsable de la Comisión de Seguridad en el Senado!, no les interesa tematizar semejante Genocidio  desde que tomaron posesión de sus curules hace un año, pues desde entonces no han hecho ningún planteamiento mínimamente serio al respecto. Cuando ya andan peleándose entre ellas y con la Indira, por ver quien es el próximo gobernador del estado. De los otros morenistas que se placean desde la CDMX por la entidad, buscando lo mismo, como el coordinador de los diputados federales en el Congreso de la Unión, Mario Delgado Carrillo, tampoco dicen nada de la violencia generalizada entre nosotros. Más si se reúnen con los peores gangsteres priístas para hacer alianzas vergonzantes, y acompañando en la apertura de sus casas de gestión, o de compra de votos, a los peores diputados morenistas locales, como el panzón Toscano, Claudia Aguirre o el mismo Vladimir Parra. Títeres de Mario Delgado y de los diputados y senadores colimenses como las mencionadas, con acceso a López Obrador. A ninguno de ellos inconcebiblemente se les ha ocurrido siquiera exigir al secretario de Seguridad nacional, señor Durazo, por la gravedad de la situación, que envíe con urgencia destacamentos de la Guardia Nacional, ante la total incompetencia de todas las policías estatales, municipales y las dependientes directamente de la Fiscalía General.

Más bien se pliegan a la miserable narrativa del des/gobernador Peralta Sánchez, y su séquito de bandidos prianistas. Están en lo suyo dijera Juan Pueblo.

Y tampoco son capaces de debatir la versión de supuestos especialistas como la expuesta el 27 de agosto de este año, en el Seminario sobre la Violencia en México, en el Colegio de México, por Roberto Sales, ex comisonado nacional de Seguridad Federal, quien sostiene que en Colima la violencia se debe al enfrentamiento del Cártel de Sinaloa y el CGNJ, por el control de los envíos de fentanilo proveniente de Asía, para agregar que los muertos en las batallas callejeras son todos de otras entidades, lo cual es absolutamente falso. ¿O que la mayoría de los casi 700 desaparecidos y los cientos de enterrados en fosas comunes, durante y con el criminal gobierno de Ignacio Peralta, son marcianos? Y respecto a la efedrina asiática, ¿llega sola?.

Hoy más que nunca la inmensa mayoría de los colimenses estamos solos. Y más temprano que tarde no quedará de otra que organizarnos en Autodefensas Civiles Armadas, frente a la corrupción e infiltración en todas las policías estatales y municipales, por parte del crimen organizado, aliados a nuestros gobernantes casi todos;  tal y como está aconteciendo en diversas colonias y comunidades de Tecomán, en la de por sí ardiente costa colimense.

Carlos Ramiro Vargas. Todos los Derechos Reservados. Colima, Colima. México. A 28 de agosto, 2019.

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