Opinión

Complicidad Manifiesta en tiempos del Covid 19

Carlos Ramiro Vargas

Simplemente no se entiende cómo, con un repudio del 80 por ciento de la población, y con puros saldos negativos en su gestión como pri/gobernador, a Ignacio Peralta Sánchez, toda la plana mayor de Morena Colima, y sin dejar de mencionar a todos los demás partidos, -más membretes que partidos con vida política efectiva-; no más de diez personas dentro de Morena, lo continúen apoyando en su permanencia en el poder, a cuatro años de haber comenzado una administración que se ha distinguido por una explosión de violencia nunca vista en nuestra entidad, cuando la principal bandera electoral de Peralta Sánchez fue la de acabar con este cáncer maligno que no cesa, incluyendo a cientos de feminicidios y desaparecidos, por lo que por elemental dignidad y decencia el segundo peor gobernador del país, debería de renunciar.

Falto de autoridad moral y legitimidad política para seguir gobernando a los colimenses, Ignacio Peralta, se convierte en un serio peligro para la sustentabilidad de los ecosistemas humanos sociales, colimotes, en tiempos del Covid 19.

El primer aviso lo dio cuando con un tono digno de la más amarillista y grotesca revista mexicana, como lo fue, Alarma, Peralta des/gobernador informó de los dos primeros casos de coronavirus en el estado de Colima, hace dos semanas, como si del peor de los huracanes, temblor, granizada o terremoto, se hubiese cernido sobre Colima, generando con ello un enorme pánico entre la población, en lugar de contribuir a su sosiego y esclarecimiento científico de los hechos.

Y la duda metódica se incrementa, respecto a las capacidades y cabal honestidad del gobernador y su gabinete, para enfrentar a la pandemia del inédito y agresivo virus, cuando el sistema de salud pública colimense, prácticamente ha sido reducido a su mínima expresión, por la impronta de la corrupción de los gobiernos estatales, previos, y peor, aún, cuando en la selección de los máximos directivos de la Secretaría de Salud, actuales, ha imperado la corrupción moral o el compadrazgo entre priístas y morenistas, pero no los criterios de competencia e integridad profesionales, en el campo de salud estatal. O universal.

Y es este aspecto, el que deberían de atender los congresistas de Morena y PT, así como Indira Vizcaíno o Claudia Yáñez, coordinadora de los Programas Sociales en Colima, o la diputada federal, respectivamente, pues no basta papalotear que el presidente Andrés Manuel, ha otorgado 100 millones de pesos a los colimenses, para enfrentar a la Pandemia, al estilo del excluyente, nefasto y labioso Vladimir Parra, y hacerse los occisos respecto a estos inaceptables hechos; empezando por la situación de la secretaria de Salud estatal, Leticia Delgado Carrillo, impuesta ahí por Peralta Sánchez, para ganarse los favores de Mario Delgado Carrillo, uno de los colimenses más cercano a López Obrador, pero no por la capacidad y competencia profesional, de la mencionada señora. Lo cual habla mal de Mario Delgado, cuando está buscando ser el próximo dirigente de Morena a nivel nacional. Y de refilón, gobernador del estado en el 2021.

-Y más grave aún, resulta ser, que el flamante epidemiólogo  en jefe, del combate al coronavirus en la Secretaría de Salud, y por tanto en Colima, el señor, Rodolfo Flores-, no es especialista en nada sino sólo un simple médico general, al igual que se segundo de a bordo, Gustavo Gaitán Sandoval, quien también presume de tener un postgrado en epidemiología humana.

En caso pues, de que en las condiciones de depredación pri/provocada, en que se encuentra la Secretaría y centros de Salud, estatales,  o el Hospital Universitario mismo, y la incompetente directiva de la mencionada secretaria, Leticia Delgado, agudicen la propagación del Covid 19; Morena Colima será también cómplice de lo que pueda ocurrir en nuestra entidad cuando se habla de más de diez marineros infectados y detectados, en el Puerto de Manzanillo, apenas este primero de abril, en medio de una enorme astringencia y manipulación informativa al respecto, por parte del gobierno estatal, y su nefasta coordinación de Comunicación Social.

Por lo que urge un cambio en los mandos de la Secretaría de Salud estatal, para que quede en manos de médicos competentes en materia epidemiológica, y no impostores, como hoy en día.

En mi artículo previo, señalaba, cómo, es también urgente quitar de su cargo al impostor, Santos García Santiago, en la Dirección de Atención al Migrante, cargo en el que está enquistado desde hace 20 años, o desde  desde el gobierno de Gustavo Vázquez, qepd; cuando no ha hecho el más mínimo aporte en la materia ni apoyado nunca a ningún migrante; pues uno de los vectores que más golpearán a Colima, si no se toman en cuenta las consideraciones pertinentes, en el contexto del coronavirus, será el de la población migrante colimense en los Estados Unidos, 120 mil paisanos, que ante la tremenda represión de Donald Trump a los migrantes en general, y a los mexicanos en particular, optan por no acercarse a los servicios de salud estadounidenses, justo cuando el país de las barras y las estrellas, se convierte en el centro de la Pandemia a nivel mundial, 125 mil infectados a la fecha y en continua y geométrica evolución.

La Universidad de Colima, totalmente maniatada por la mafia priista que la domina, a la mala, desde hace 47 años, no está contribuyendo en nada al respecto, mientras su Centro de Investigación Universitario en Ciencias Sociales, CUIS, tiene lustros supurando una producción seudocientífica y totalmente insulsa, conformado por puros esquiroles de las ciencias sociales y antropológicas, supuestamente contemporáneas…

Carlos Ramiro Vargas. Todos los Derechos Reservados.

Stockholm, Sweden. 03, 04, 2020…

 

 

Comment here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.