Carlos Ramiro Vargas
1: Con 16 mil firmas recolectadas para enjuiciar a los expresidentes, Fox, Calderón y Peña Nieto, de un padrón electoral estatal de 250 mil votantes y 750 mil habitantes, en esta entidad, la facción del partido Morena en manos de Indira Vizcaíno, coordinadora de los programas “sociales” del gobierno federal, a través de su pelele, el diputado local, Vladimir Parra, y sus seis seguidores en el Congreso local, ya se dijeron satisfechos y listos para que los últimos tres ex presidentes mexicanos sean juzgados por los tribunales correspondientes, por traición a la patria.
Presumiendo que nada más necesitaban de 10 mil firmas para lograr su objetivo. Estatal.
La otra facción de Morena Colima, encabezada por Claudia Yáñez Centeno, no hizo nada al respecto. Pues continua con su prostituida política de respaldar a los pri/porros de la Universidad de Colima, así como a Ignacio Peralta, gobernador, en todo, hasta en el más reciente endeudamiento por 740 millones de pesos, con lo cual, la deuda de los colimenses y su gobierno, ya está superando los 5 mil millones de débito.
Ambas facciones, carentes de todo pensamiento propio y repetidoras absolutas de lo que diga y haga, López Obrador, presidente, más allá del diferendo existente entre éstas, relativo al nuevo y arbitrario endeudamiento estatal, son capaces de exigir un Juicio Político a los ex presidentes de la República, pero incapaces de luchar por un Impeachment y Juicio Político y Penal, contra Ignacio Peralta, gobernador, y gabinete.
Pues sobran elementos para obligar a renunciar a su cargo al sátrapa que nos mal/gobierna. Y a su podrido gabinete, una mixtura maloliente de panistas de extrema derecha, juniors provenientes de la Oligarquía local, como Carlos Noriega, Carlos Maldonado, Andrés García Noriega, buenos para nada, charros sindicales como Nicolás Contreras y pri/porros de la Universidad de Colima.
De tal modo, que el farsante de Vladimir Parra, lidercillo de seis diputados/as de Morena, sólo fue capaz de hablar de la renuncia de Peralta, gobernador, cuando éste pidió amparado en el frente de gobernadores anti AMLO, la renuncia del sub secretario de Salud, López Gatell.
Entonces, ello significa que en el seno de Morena Colima, además de haber una confrontación irreconciliable entre sus dos facciones, la resquebrajadura de la identidad partidaria respecto a los problemas estructurales de Colima en el contexto de la política nacional, se torna en una delicada patología denominada esquizofrenia, mediante la cual, la enfermedad de poder de los morenistas locales, sólo reconoce como pauta de acción a las directrices emanadas del gobierno federal, pero no, las demandas más sentidas, provenientes del pueblo colimote.
Pueblo excluido de toda participación en los inexistentes debates dentro de Morena, a no ser cuestiones puramente electoreras; y también de toda posibilidad de participación en las decisiones de las dos Morenas colimensas.
Borregos a conveniencia para darse una aura de revolucionarios amloístas, con eso de recopliar firmas contra los ex/presidentes, las dos mafias electoreras locales que dominan al partido de la dizque esperanza, dieron la espalda a los cientos de padres de familia que se han estado movilizando para aclarar el destino de mil, 500 desaparecidos en esta entidad, en lo que va del gobierno peraltista del 2016 al 2020.
Tampoco ven, ni Indira Vizcaíno, que por lo menos se opuso a la nueva deuda pri/peraltista, ni Claudia Yáñez Centeno y ni su patiño, el analfabeta total, Sergio Jiménez, espurio presidente estatal de Morena; la extrema gravedad de los 4 mil asesinados en este gobierno de la infamia, que por su ineficiencia y corrupción política y moral, puede ser acusado de Genocida por su complicidad y pasividad respecto a los grupos criminales que operan en la entidad.
Para los dirigentillos locales de Morena ello no significa ningún problema, y a menos de dos meses de los hechos, ya se les olvidó el descuartizamiento de siete policías colimenses, enviados clandestinamente a Jalisco, para adquirir unas minas, por parte del padre del recién ex diputado local, Rogelio Rueda, del capitán Cendejas, asesor en seguridad de Peralta, gobernador, y un hermano del hoy flamante notario, Rogelio Rueda.
Nada hizo la Claudia Yáñez, enloquecida por ser la próxima gobernadora, aliada a los pri porros udeceitas y al diariodecolima, para aclarar todo lo relativo a esta masacre, y al igual que Indira Vizcaíno, todo le han encubierto a Peralta Sánchez, incluyendo la forma en que siendo el principal operador del nuevo débito, a Rogelio Rueda se le haya premiado con una notaria en Manzanillo, en premio a su ignominia por 740 millones, que en nada a los que se destinaron era una prioridad para Colima. Excepto los 170 mdp orientados a Salud, cuando esta Secretaría requiere de mínimo 500 mdp, para afrontar una Pandemia que no cesa en Colima.
Y mientras los diputados de Morena, facción de Indira Vizcaíno recolectaban firmas, para el enjuiciamiento a los ex, el nuevo presidente del Congreso local, el petista, Carlos Farías, descubría que Vladimir Parra, y sus comparsas, morenistas, habían establecido un esquema de corrupción en el seno del Congreso estatal, para becar a cerca de 200 jóvenes con uno de los programas electoreros manejados por Indira Vizcaíno, denominado, “Jóvenes Construyendo el Futuro”, de los cuales ni rastro en la casa grande de los colimenses, adscritos fantasmagóricamente como empleados del Congreso estatal, entre los que se encuentra la hija del alcalde de extrema derecha que gobierna la alcaldía de Colima, y suspirante por tercera ocasión a la gubernatura en el 2021, Leoncio Morán.
Con estos indicios se vuelve claro el contubernio entre Morena Colima y el presidente municipal, por el MC, Leoncio Morán, a quien los morenos colimensos no tocan ni con el pétalo de un nopal, no obstante su pésimo gobierno.
Es pues inconcebible que los dos partidos Morena existentes en Colima, se hagan los occisos respecto a la violencia Genocida desatada en nuestra entidad desde que Peralta Sánchez mal gobierna a nuestro estado.
Que sean tan tibios respecto a los malos manejos económicos y financieros del gobierno estatal. Como el de los supuestos 200 millones que Peralta pagó a la SEDENA, para la adquisición del terreno de la ex vigésima zona militar, cuando la misma SEDENA le desmintió publicitando que tales terrenos fueron un regalo al pueblo de Colima.
A ambas mafias electoreras les valió un cacahuate, el asesinato y violación del adolescente de 16 años, ocurrido hace dos años en la fiesta por todos conocida del ex secretario de turismo peraltista, hoy prófugo de la justicia, encubierto por el mismo delincuente que tenemos como gobernador.
Y ni a Indira Vizcaíno ni a la obnubilada de Claudia Yáñez, les preocupó que desde hace un año, Peralta des/gobernador, en aras de quedar bien con Mario Delgado, coordinador de la bancada de diputados de Morena a nivel federal, haya impuesto a una pasante en turismo como responsable de la Secretaría de Salud, Leticia Delgado Carrillo. Por ser su hermana.
A pesar de que Colima es uno de los estados más impactados por el Coronavirus.
Revolucionarios de pacotilla para su propio beneficio, el inepto de Vladimir Parra y las dos damas mencionadas, han hecho del partido Morena en Colima, una entidad esquizoide respecto a la realidad y su dialéctica estatal/nacional.
Buenos para pedir justicia en el arbitrario sentido en el que la interpreta AMLO, y nulos para luchar por las causas profundas de los colimenses.
Carlos Ramiro Vargas. All Rigths Reserved.
Stockholm. Sweden. 15, 09, 2020…
Comment here