Opinión

“Universidad y campañas electorales”

PARACAÍDAS

Rogelio Guedea
Las campañas electorales han arrancado y pronto los candidatos, luego de pasar la primera etapa de reconocimiento con sus electores, empezarán a realizar sus propuestas de campaña y eventualmente de gobierno. En estas propuestas incluirán, obviamente, las soluciones a los problemas más urgentes de nuestra entidad y la manera en que llegarán a esas soluciones. Ya conocemos estos problemas: la seguridad, la economía y, hoy por hoy, la salud.
Pero hay uno más que los abarca a todos y del que poco se habla cuando se trata de campañas electorales, o se habla de manera sesgada: y es el de la educación, factor crucial para tener el ideal de sociedad que todos queremos: armónica y con bienestar. Habrá, pues, que esperar en su momento estos compromisos de parte de los candidatos con respecto a la educación o de lo contrario exigírselos pues es un ámbito que no puede pasar indiferente a todo aquel que pretenda gobernar nuestro estado, especialmente en lo que respecta a nuestra máxima casa de estudios, a la cual se le ha visto en los últimos años sólo como un blanco perfecto de ataques pero esos que la han atacado poco han hecho realmente para apoyarla.
Por lo pronto, como ya lo ha anunciado el rector Torres Ortiz, nuestra casa de estudios participará proactivamente en estas elecciones, tal como lo debe hacer toda institución educativa, a través de un programa de análisis electoral llamado “Elecciones y democracia”, mediante el cual especialistas en el tema estarán realizando análisis del proceso comicial en nuestra entidad, además de que se tiene programada a nuestra institución como una plataforma para el debate de los aspirantes, con lo cual se busca que la Universidad de Colima se reafirme  como un espacio plural en el cual puedan converger todo tipo de ideas e ideologías pero sin que éstas, como ha sucedido, transgredan loa límites del respeto y la civilidad, o de cualquier tipo de sectarismo, tan dañino para el pensamiento diverso.
No deberíamos permitir, por tanto, que ningún candidato quiera impactar en el ánimo del electorado desprestigiando a nuestra máxima casa de estudios, como se ha venido haciendo en los últimos años por parte de un grupo bien identificado de Morena, entre los que se encuentran el propio diputado Vladimir Parra, pues con esta estrategia de desprestigio para ganar dividendos electoreros no se mancha el honor de nuestra institución sino el de miles de trabajadores y estudiantes que cada día den lo mejor de sí para darle a nuestra casa de estudios un rostro y un destino.
Si bien la Universidad de Colima no toma partido, esto no quiere decir que no permita que cada universitario tenga sus propios ideales e incluso su propia ideología, pero también se espera que nadie quiera imponer la suya propia a los demás, pues si algo debe caracterizar a toda institución educativa es el hecho de ser impermeable a fanatismos. Las campañas electorales empiezan y, como he dicho al principio, esperemos que entre la lista de mejores propuestas de los aspirantes estén muchas en favor de nuestra institución. Ya lo iremos atestiguando.

Comment here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.