Opinión

Indira y Vladimir, perpetuadores de la corrupción 

PARACAÍDAS

Rogelio Guedea

Como sucede en todas las campañas electorales, prometer no empobrece, y es muy fácil hacerlo. En los últimos días, por ejemplo, tanto Indira Vizcaíno como Vladimir Parra, candidatos de Morena a la gubernatura y a la diputación federal por el I distrito, respectivamente, empezaron a hacer de su bandera electoral el combate a la corrupción. La propia Indira Vizcaíno ha basado su slogan del cambio verdadero en la idea del combate frontal a la corrupción, y lo mismo ha reproducido como merolico Vladimir Parra. Sin embargo, nada diferente se puede hacer, lamentablemente, con lo mismo.

Tanto Indira Vizcaíno como Vladimir Parra vienen cargando señalamientos de corrupción graves que la población no olvida, e incluso hay denuncias formales y procesos en curso por ellos. No sólo, para el caso de Indira Vizcaíno, pesa el consabido caso de Altozano, en donde se han extensamente evidenciado los beneficios económicos que consiguió la candidata morenista de esta jugosa transacción, sino también están otras denuncias relacionadas con los pésimos manejos que realizó cuando estuvo encargada de los programas sociales del gobierno federal, en los cuales se manejaba dinero del pueblo, algunas de estas denuncias fueron denunciadas por Claudia Yáñez, hoy candidata a la gubernatura por Fuerza X México, y están bien documentadas en los medios.

Pero no sólo esto, Indira Vizcaíno también fue acusada de corrupción por los mismos Fundadores de Morena al solapar prácticas de corrupción y nepotismo realizadas por parte de Vladimir Parra, su más cercano achichincle. Por ejemplo: la presidenta de la Asociación de Fundadores de Morena presentó en su momento diez contratos firmados por Indira Vizcaíno donde se integra a familiares directos de Vladimir Parra Barragán a los programas de bienestar que ella coordinaba, exhibiendo actos graves de corrupción de la hoy candidata a la gubernatura por Morena y del hoy candidato a la diputación federal por el distrito I.

Los nombres que señalan son: Saira Lizbeth Parra Jaime (prima de Vladimir) que fue contratada para actividades relacionadas con el programa de adultos mayores con un sueldo de casi diez mil pesos, pero que en realidad era quien le manejaba las redes sociales al hoy candidato Vladimir Parra. Gibrán Parra Barragán (hermano de Vladimir) fue denunciado por un contrato mensual superior a los ocho mil pesos al haber sido contratado también para el programa de adultos mayores, con el aval de la candidata a la gubernatura Indira Vizcaíno. Monserrat Parra Jaime (prima de Vladimir) fue contratada también para propósitos similares con un sueldo superior a los diez mil pesos. Etcétera.

Asimismo, en su momento, el entonces diputado Carlos César Farías hizo una denuncia pública ante la Procuraduría General de la República y fue ampliamente divulgado en los medios sobre toda la corrupción y mal manejo por parte de Parra Barragán (con el aval de Indira Vizcaíno) del programa “Jóvenes construyendo el futuro”, que estuvo lleno de jóvenes fantasmas y no se ha sabido aún a dónde fueron a parar realmente (aunque uno se lo puede imaginar) todos los recursos de ese programa. También se le acusó a Parra Barragán de desviar más de medio millón de pesos durante el tiempo en que fue presidente de la Comisión de Gobierno Interno.

No conforme con lo anterior, lo que ha venido a confirmar el actuar corrupto de los ahora candidatos morenistas que prometen erradicar la corrupción de nuestra entidad, los cuales han actuado siempre en complicidad, fue la forma corrupta en que llevaron a cabo el proceso de elección de los candidatos a alcaldías y diputaciones locales de Morena, en el cual también se sirvieron con la cuchara grande colocando a sus puros amigos y familiares (hasta la esposa de Vladimir aparece de suplemente por el distrito VIII) y reconfirmado cómo será la forma en que realmente gobernarán de llegar al poder, cosa que es importante dejar aquí asentada.

El candidato a diputado federal por el distrito I, Vladimir Parra, promete y promete acabar con la corrupción, pero cuando tuvo oportunidad de hacerlo no hizo (como se ha visto) sino perpetuarla. Es más: si ni siquiera cumplió la promesa de bajarse el sueldo, ¿cómo se le creerá ahora que acabará con la corrupción de llegar a la Cámara Baja del Congreso de la Unión? ¡Más mentiras y traiciones y robos! Y lo mismo le sucede a la candidata a la gubernatura por Morena, Indira Vizcaíno, cuyo discurso en contra de la corrupción tiene más agujeros que una coladera. Y no lo digo yo: ahí están los hechos que no los respaldan.

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