Opinión

25 años de Altexto

PARACAIDAS

Rogelio Guedea

 La celebración más importante del libro de nuestra máxima casa de estudios es, sin duda, Altexto, que en esta edición cumple ni más ni menos que 25 años de promoción continuada de la lectura y de la cultura. Cada año, y casi sin darnos cuenta, Altexto ha ido ensanchándose y creciendo hacia los cuatro puntos cardinales de nuestra institución e, incluso, más allá de ella, pues el impacto que tiene este acontecimiento cultural permea también otros ámbitos de nuestra propia sociedad.

Lo que empezó con una programación que prácticamente estaba circunscrita alrededor de una Feria del Libro y principalmente enclavada en el campus central, ahora se ha convertido en una muestra que abarca una enorme cantidad de eventos que van desde talleres, lecturas, presentaciones de libros, actividades lúdico-literarias, hasta ceremonias, entrega de premios y distinciones, concursos, divulgación científica, encuentros, conversatorios, charlas, foros y muestras de cine y documentales.

La programación es nutrida y, de verdad, tiene como sedes a todos los campus de nuestra institución: Colima, Manzanillo, Villa de Álvarez, Tecomán, pero también Coquimatlán, Cuauhtémoc, Comala e incluso Suchitlán, y esta programación es tanto presencial como virtual, de tal modo que muchas actividades pueden ser presenciadas por personas que están fuera de nuestra entidad o que, estando dentro, no pueden asistir a ellas. Es una programación, pues, incluyente y abarcadora y cuyo único objetivo es generar el acceso al libro y a la cultura de la forma más simple posible.  

En Altexto participan, además, personajes importantes de la vida cultural y científica tanto regionales como nacionales y sería ocioso intentar enlistarlos a cada uno de ellos, pero baste decir que el programa es ambicioso y, para esta edición, se cuenta con un carrito de libros que sin duda será la atracción de todos los asistentes.

He notado, y esto realmente me da gusto, que el propio rector Christian Torres Ortiz ha dejado que la creatividad de los organizadores de Altexto no tenga límites y eso ha contribuido también a que Altexto se haya consolidado como el evento cultural más importante no sólo de nuestra institución, como ya lo he dicho, sino incluso de nuestra entidad, pues, como sabemos, otros eventos tienden más al espectáculo que a la promoción realmente de la cultura, y mucho menos del libro.

Altexto ha propiciado, también, la oportunidad de resumir el trabajo de un año tanto de estudiantes como profesores y eso ayuda a visibilizar este trabajo (libros, charlas, conversatorios, etcétera) y a estrechar los lazos entre la comunidad universitaria. Por encima de todo, yo me quedo con el espíritu que un acontecimiento como éste genera en el ánimo de los que, de corazón, creemos que el arte, la cultura y la ciencia son los grandes motores del desarrollo de una sociedad, y con la sensación de que no hay mejor instancia para hacerlo que una universidad. Por eso celebro los 25 años de Altexto y espero que siga por muchos años más, creciendo y consolidándose, con el único objetivo de que no olvidemos que en ello tendremos siempre un arma efectiva y capaz de transformar, para bien, nuestras vidas.  

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