*Subsecretaria de Educación Superior de la SEP imparte conferencia en la UdeC por el Día Internacional de la Mujer
**“Creemos, como declara la ONU, que la juventud, en especial las mujeres jóvenes y las niñas adolescentes, serán las protagonistas de cambios duraderos en el futuro”: Christian Torres Ortiz.
Como parte de las actividades conmemorativas por el Día Internacional de la Mujer, la Universidad de Colima organizó la conferencia magistral “La educación como clave para la construcción de una sociedad justa e igualitaria”, impartida vía Zoom por la Dra. Carmen Enedina Rodríguez Armenta, subsecretaria de Educación Superior de la SEP.
El evento fue encabezado por el rector de la UdeC, Dr. Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño, y organizado por el Centro Universitario para la Igualdad y los Estudios de Género, el Voluntariado Universitario y la Asociación Colimense de Universitarias.
La educación como motor de cambio
En su ponencia, Rodríguez Armenta abordó el papel de la mujer en los ámbitos profesional, educativo y social, destacando los retos que aún persisten en materia de equidad e igualdad de género. Subrayó que la meta es alcanzar una normalización de la participación femenina en todos los espacios. “Cuando haya suficientes mujeres trabajando y participando, llegará el momento en que ya no tengamos que hablar de equidad de género. La construcción de una sociedad justa e igualitaria requiere que hombres y mujeres trabajemos juntos”.
Al dar la bienvenida, el rector agradeció la disposición de la ponente para participar en las actividades organizadas por la UdeC para conmemoran el Día Internacional de la Mujer. “Con su amplia trayectoria en la academia y la gestión educativa, tiene una visión privilegiada de este fenómeno”. Le reconoció su labor en la promoción de la inclusión y la diversidad y su certeza del papel central de la educación en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.
Con esta conferencia, agregó el rector, y los eventos enmarcados en el 8M, a los que han llamado “Loras Fuerte, mujeres poderosas”, la UdeC se suma al llamado internacional en favor de la igualdad de derechos y oportunidades para todas y todos. “Creemos, como declara la ONU, que la juventud, en especial las mujeres jóvenes y las niñas adolescentes, serán las protagonistas de cambios duraderos en el futuro”.
Mayra González Flores, directora del Centro Universitario para la Igualdad y los Estudios de Género, dijo que “esta fecha nos convoca no sólo a una reflexión, también nos recuerda la urgencia de garantizar que cada mujer y cada niña, sin distinción alguna, puede ejercer plenamente sus derechos y construir su autonomía”.
En este contexto, aseguró, “la educación juega un papel central y la Universidad de Colima asume este compromiso, pues somos conscientes de que la educación no solo impulsa el crecimiento personal y profesional, sino que también es un pilar fundamental para la transformación social”.
La presentación y lectura de la semblanza curricular de Carmen Enedina estuvo a cargo de Blanca Liliana Díaz Vázquez, presidenta del voluntariado de la Universidad de Colima.
Retos y oportunidades para la equidad de género
Carmen Rodríguez celebró que las mujeres universitarias estén preocupadas por el tema, “pero no solamente eso, sino que se requiere que, desde la cabeza, es decir, desde la alta dirección, desde el rector y las y los directores, participen de estas reflexiones y que vean internamente cómo está la Universidad de Colima”.
Señaló además que si bien en nuestro país las mujeres representan el 51.7% de la población, aún enfrentan desigualdades significativas. “Esto refleja la necesidad de seguir trabajando por la igualdad sustantiva; reconocer las diferencias entre hombres y mujeres, pero garantizar la equidad en derechos y oportunidades”.
Carmen Armenta resaltó el papel de la educación como una herramienta clave para transformar vidas, en especial de mujeres que aún viven en condiciones de discriminación y violencia. Indicó además que, según el Foro Económico Mundial, se necesitarán 134 años para cerrar la brecha de género global, aunque espera que este plazo se reduzca.
En este tema, agregó que “la vocación no tiene que ver con el género” y que “es esencial eliminar los estereotipos de género desde las infancias”. Aquí propone que a los niños no hay que regalarles siempre carritos ni a las niñas sólo muñecas. En el caso de las niñas, pidió no irlas orientando, como hasta ahora, en la tarea de ser las cuidadoras de las y los demás.
Aunque las mujeres predominan en áreas como ciencias de la salud y sociales, dijo, solo el 24% de estudiantes en carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) son mujeres, a pesar de que estas disciplinas son cruciales para el futuro del país. Al respecto, la ponente resaltó la importancia de las universidades, “Es desde aquí que se generan los movimientos sociales. Quiero que se tenga claro que no se trata de un asunto solamente de género, sino de algo relevante como es el cambio social, de hombres y mujeres trabajando juntos”.
La igualdad, destacó, “comienza desde nuestros espacios de decisión, desde nuestros espacios de interacción, desde el propio hogar, con nuestras hijas e hijos”. Los hombres, insistió, deben participar más en las tareas del hogar y propuso además romper tres techos: el de cristal, el de cemento y el de diamante. El más retador es el techo de cemento, que ella asocia con los temores y la desvalorización personal.
El techo de cemento se refiere a las barreras internas que las mujeres se imponen a sí mismas al ascender en su carrera profesional. Son barreras son inconscientes y se manifiestan en la inseguridad que algunas mujeres sienten al buscar cargos de mayor responsabilidad.
El techo de diamante hace referencia a la desigualdad de género en el ámbito laboral y cómo en la sociedad patriarcal el hombre es considerado un objeto de aprecio al que se respeta por sus logros y la mujer es considerada un objeto de deseo, quedando así subordinada al poder del hombre.
El techo de cristal, que es el término más conocido, habla de las barreras invisibles que limitan el ascenso de las mujeres a puestos de liderazgo en las organizaciones, a pesar de su preparación y capacidades. Es un concepto acuñado por Marilyn Loden para decir que las estructuras sociales y culturales, más que las limitaciones individuales, impiden que las mujeres alcancen su máximo potencial profesional
En el ámbito laboral, destacó Carmen Rodríguez, solo 4 de cada 10 mujeres participan en la economía familiar, persistiendo aún prejuicios que limitan las oportunidades y salarios.
Como reflexión final, la subsecretaria de Educación Superior deseó que en un futuro próximo no se hable más del tema. “Eso significaría que ya habría suficientes mujeres trabajando y participando”.
Retos para la labor docente
Reiteró además que la construcción de una sociedad justa e igualitaria necesita la participación de hombres y mujeres trabajando juntos. “Si queremos que nuestro país dé un salto cuántico, debe ser a través de las reflexiones y la confianza que nosotros mismos, como profesores y como profesoras, estamos dejando en los estudiantes”.
Sobre el trabajo docente, destacó que “si somos conscientes de que frente a nosotros tenemos vidas que van a tomar el futuro de México, creo que vale la pena estar conscientes del valor que implica nuestro trabajo y de cómo estamos abordando el tema de equidad de género de manera que genere un impacto en ellos y ellas”.
Estuvieron presentes más de 240 universitarios, así como Joel Nino Jr., secretario General de la Universidad; Susana Aurelia Preciado Jiménez, coordinadora general de Docencia, Rogelio Pinto, coordinador de Planeación y Desarrollo Instituciona, además de académicos y estudiantes