agradezco publicación en sus medios:
PARACAÍDAS
Rogelio Guedea
Es verdad que se trata de un caso delicado y lleno de aristas, pero invita a una reflexión seria. Por un lado, sabemos que el panista Carlos Antonio Chavira, quien fuera alcalde electo de Coquimatlán en la pasada elección, fue detenido por abuso sexual a un menor y pornografía infantil y ahora se encuentra en la cárcel sujeto a proceso. Por otro lado, hace unos días un grupo de simpatizantes del ex alcalde electo, encabezados por su madre y otros familiares, encabezaron una serie de manifestaciones para exigir su liberación argumentando su inocencia y mostrando un amparo que al parecer la respaldaba. Vi el dolor de la madre de Chavira en redes y sentí pena por ello, una madre es capaz de darlo todo por un hijo, pero también es cierto que si uno revisa el caso de Chavira y las pruebas que hay al respecto, además de la declaración del propio menor, se dará cuenta de que tampoco se puede pasar ni por encima del menor ni de la madre del menor que seguramente está sufriendo más que la madre del presunto victimario, esto es de Carlos Chavira. Si bien es cierto que hay un amparo que les fue concedido por estos hechos, este amparo no desacredita ni desecha los actos delictivos sino que más bien pide clarificar algunas pruebas que no fueron atendidas debidamente por el juez que lleva el caso, pero nada más, así que tampoco se debe buscar indultar (así sea moralmente) a alguien que sí puede ser el responsable de delitos graves en contra de un menor y tendrá que pagar por ello, en la forma que así lo indique la ley. El caso del ex alcalde electo Carlos Antonio Chavira deberá servir para que nadie pueda librarse de la ley intentando confundir un hecho delictivo real con una venganza política, ni tampoco haciendo mal uso de la política para obtener los beneficios de la ley. Quien revise el expediente del caso se dará cuenta de la importancia de que ningún tipo de intervencionismo político ni de presión social puedan desviar el uso responsable de la impartición de justicia y con ello reparar el daño de la víctima directa y de las víctimas indirectas de este lamentable hecho.