Opinión

Jaime Flores Merlo entre lo legal y lo moral

Diurnarius

Miguel Ángel Sánchez Romero

Cada día es más la podredumbre que se destapa en el Gobierno de José Ignacio Peralta Sánchez, cuando uno cree y piensa que algo peor no le podría sucederle a Colima, “kabumm” el Ejecutivo Estatal o alguno de sus funcionarios más cercanos, nos sorprenden con un nuevo escándalo que puede ir desde lo más bizarro hasta lo más común e institucionalizado como la corrupción, opacidad, prepotencia, complicidad, alcoholismo, deshonestidad, tráfico de influencias, imposiciones, orgias, corrupción de menores, aviadores… en fin, una verdadera antítesis de cómo no se debe ni se puede gobernar un estado.

Sin embargo en los últimos meses José Ignacio Peralta y sus funcionarios parecen haberse puesto de acuerdo para ver quién protagoniza el escandalo más grande que termine por sepultar la mediocre administración del egresado del ITAM; así vimos la épica “fiesta pederasta” gay del exsecretario de Turismo, Efraín Ángulo; luego el pago de favores de Walter Oldenbourg a su amiga Mara Iñiguez, primero al cederle los derechos de la tienda de artesanías del DIF y después para que fuera nombrada Secretaria de Turismo, posición que por cierto la señora ha demostrado no tener capacidad para desempeñar.

Pero José Ignacio Peralta no se podía queda fuera de los escándalos y sin respetar Ley, reglamento u órgano colegiado, solo con el poder de su embestidura y el respaldo del erario público, impuso a Nicolás Contreras como director de Ciapacov, el cual seguramente va caer, igual como cayeron sus Magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa y la más reciente destitución de su Magistrado del Tribunal Superior de Justicia, curiosamente todos impuestos por Nacho de manera similar, por lo que no dudamos que Nico corra la misma suerte y más conociendo la capacidad de sus asesores jurídicos que ni ellos se pudieron defender sus posiciones.

Sin embargo, el escandalo más reciente que involucra en actos de corrupción al secretario de Educación estatal, Jaime Flores Merlo no solamente pone en jaque al Gobierno de José Ignacio Peralta sino que destapa la cloaca de la Secretaría de Educación que mantenían lapidada a piedra y lodo para que nadie la volteará ni siquiera a ver; desafortunadamente para Jaime Flores el gobierno de Andrés Manuel López Obrador lo exhibió con la  publicación de la nómina del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE), dejando al descubierto el jugoso negocio que le reditúa ser Secretario de Educación.

Debido a que Jaime Flores no solo recibe el sueldo de funcionario de primer nivel (Secretario), sino que también el de Maestro y Director de Primaria, estos últimos sin ejercer desde el 2017 año en el que asumió la titularidad de la Secretaría de Educación; sin embargo, aunque él ha argumentado que sus percepciones salariales se encuentran dentro de la legalidad; la realidad es que podrán ser legales pero no moralmente correctas, y eso en un profesor de nivel básico es imperdonable.

Sobre todo en un momento en el que la Secretaría de Educación atraviesa por una crisis en la que no tiene para el pago de maestros frente al grupo, incluso ni para intendentes que cubran las necesidades básicas de las escuelas, además de los millonarios adeudos que tiene la Secretaría de agua potable y otros servicios que  terminan afectando la educación de los estudiantes.

Quizá para Flores Merlo se legal recibir un sueldo sin trabajar o que la Secretaría de Educación tenga que presupuestar dos o más veces una plaza para cubrir su sueldo y el de su suplente de maestro y director; sin embargo si esté es el ejemplo queda a maestros y estudiantes la máxima autoridad de la educación en el estado, que se puede esperar de la educación en Colima.

Habría que preguntarle  ¿cuántos funcionarios de la secretaría de Educación se encuentran en la misma situación?, ¿cuánto le cuesta al estado pagar plazas dobles?, ¿cuántos trabajadores fantasma cobran en la Secretaría de Educación?, ¿Cuántos maestros de inglés o intendentes se podrían pagar con el sueldo de Maestro y Director de Jaime Flores Merlo?, ¿con qué calidad moral Jaime Flores se pude pararse frente a maestros a pedirles que cumplan con su trabajo, si él no cumple?, o ¿cuál es el ejemplo que da a los estudiantes y a los padres de familia al percibir un sueldo sin devengarlo? estás son tan solo unas interrogantes que despiertan las legales, pero inmorales percepciones del Secretario de Educación.

Solo nos queda esperar a ver, que otro secretario le arma otro escándalo de alcance nacional a José Ignacio Peralta para terminar de hundir su administración y ratificar su título como el peor Gobernador del a Historia de Colima, por lo pronto, Jaime Flores Merlo, Efraín Ángulo, Mara Iñiguez, Enrique Alberto San Miguel hicieron su show.

Miguelinosan@yahoo.com.mx

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