Opinión

Del Ataque a Griselda Martínez

Carlos Ramiro Vargas

La semana anterior fue una semana muy activa para el hampa regional, pues el 26 de julio, -aniversario de la revolución cubana de 1959-, fue atacada a balazos desde una motocicleta la alcaldesa de Manzanillo, la morenista, Griselda Martínez, quedando herido uno de los escoltas miembro de la marina armada de México, mientras sus compañeros repelían la agresión; el mismo día, era asesinado por un comando armado, el Fiscal Regional del gobierno del estado de Jalisco, Gonzalo Huitrón Reynoso, en un tramo de la carretera Santa Rosa-La Barca, en Poncitlán, y dos días antes, el miércoles 24 de este mismo mes, moría tras el derrumbamiento de su helicóptero ejecutado por otro grupo armado en el municipio de Huetamo, ni más ni menos que el Secretario de Seguridad del gobierno michoacano, Martín Godoy Castro y el responsable de Desarrollo Social estatal, Germán Ortega Silva, quien también falleció en este lamentable hecho. Una semana antes, uno de los sobrinos del fallecido Martín Godoy fue levantado en Zapopan, Jalisco, por un grupo de paramilitares posiblemente pertenecientes al Cártel de Jalisco Nueva Generación, CJNG, para tras contacto con el señor Godoy liberarlo sin ningún daño.

Todo ello sin contar con la ejecución la misma semana, que le dio la vuelta al mundo, de los dos mafiosos israelíes asesinados en ciudad de México, Benjamín Satchi, 44, -un peso pesado de la mafia judía-, y su asistente, Alán Azulay, 41, presuntamente eliminados por un comando del CJNG.

En el primer caso, sobre el aviso que le dieron a la alcaldesa porteña, la misma Griselda Martínez tiene mucho que explicar. Pues si le perdonaron la vida, a diferencia del fiscal jalisciense o del secretario de seguridad michoacano, es porque esperan algo de ella, respecto al pulpo de criminalidad que ya rebasó a todos los órdenes de gobierno, en el municipio de Manzanillo pero también en los de Tecomán o Armería, donde la violencia de los cárteles es imparable y donde gobiernan tres ediles pertenecientes a Morena.

La torpeza de Griselda Martínez para tratar el problema de la delincuencia que asola a Manzanillo ha sido mayúscula, pues nunca se preocupó en serio por apoyar al gobierno federal, en la instalación de la Guardia Nacional en el puerto, a pesar de que los índices de violencia, impunidad y acciones criminosas de todo tipo, no tienen parangón en el municipio, como tampoco cumplió con apoyar con gasolina al destacamento de la policía federal acantonada en el puerto colimense. Ante el atentado sufrido por Martínez , la plañidera cínica y celestinesca de Indira Vizcaíno Silva, pidió todo el peso de la ley contra los agresores al igual que lo hizo Vladimir Parra y los inútiles diputados locales de Morena, incapaces de proponer alternativas urgentes a semejante proceso de descomposición social nunca visto en el municipio manzanillense y en todo Colima. Del des/gobernador y sátrapa por gusto propio, Ignacio Peralta, podemos decir lo mismo, mucha palabrería y muy pocos resultados, no obstante que en su discurso de campaña electoral prometió erradicar la violencia y ésta se encuentra en su nivel más alto y pernicioso de toda la historia moderna, en nuestra entidad.

Y si de Morena Colima y sus dirigentes de pacotilla no hay una comprensión ni alternativa al grave problema que tenemos los colimenses, con un presidente estatal de este partido, Sergio Jiménez Bojado, más burro que el asno de mi compadre Inocencio; de parte del gobierno federal se han cometido errores también muy serios, debido a que Indira Vizcaíno Silva, la superdelegada de AMLO en nuestro estado, con tal de proteger a su padrote político, Ignacio Peralta Sánchez, gobernador, va y le cuenta al oído a López Obrador que los índices de violencia van disminuyendo en Colima, -lo mismo que dice Arnoldo Ochoa-, de tal manera que por su culpa no se instaló como en otros 12 estados, la Guardia Nacional en Colima. Motivo suficiente para que renuncie a un cargo que sólo usa para su promoción personal en su búsqueda de la gubernatura en el 2021. Apoyada por el pri de los porros que tienen secuestrada a la Universidad de Colima desde 1974. Y por parte de la Oligarquía capitalina a la que tanto benefició con la tranza de Altozano, por la que el municipio de Cuauhtémoc fue afectado por una cantidad d 120 millones de pesos, de los que nadie sabe nadie supo.

Y no obstante que la DEA, que no es otra que la máxima institución responsable del combate al narcotráfico en los Estados Unidos, ha señalado como todo un delincuente ligado al narcotráfico internacional al actual director de la Administración Portuaria Integral del puerto de Manzanillo, impuesto ahí por el actual gobierno federal morenista, Héctor Mora Gómez; -respaldado con todo en sus negocios turbios y vínculos con todos los grupos criminales que operan en el puerto, por Héctor Sánchez de la Madrid, director del diariodecolima, y por Ignacio Peralta, su sobrino y des/gobernador del estado-, no obstante, continúa muy campante  en tan relevante puesto sin que los diputados de morena, locales o federales o nuestros senadores, reaccionen ante semejante y anómalo hecho.

Cuando ya en el último periodo de gobierno, 2009/2012 en la alcaldía de Manzanillo, de Nabor Ochoa, hoy delegado del des/gobernador Peralta en el puerto, su director de policía y vialidad, un tal Christian no se qué, fue apresado por fuerzas federales en una de sus casas de seguridad, con un cargamento de armas de alto poder propiedad del CJNG. Hoy se encuentra en libertad.

De tal modo que el atentado sufrido por Griselda Martínez, tiene muchas implicaciones; la primera de ellas es que la disputa por el puerto mexicano por donde pasa la mayor cantidad de efedrina proveniente de las triadas chinas de las que Shen Li Ye Gon fue una de sus máximos representantes en América y operador él mismo en el puerto; continúa y continuara con toda su fuerza y no sólo entre los dos grupos criminales más visibles en la entidad, como ha señalado equivocadamente el nefasto secretario general de gobierno, Arnoldo Ochoa González, pues además del cártel de Sinaloa, grupo con el que al perecer ha pactado este gobierno colimense, y el CJNG, preferido por el previo gobierno pri/anguianista, actúan con mucha impunidad en toda la costa colimense, los Viagras de la sierra michoacana colindante con Colima, así como los restos de la Familia Michoacana, e incluso el Cártel del Golfo o los sobrevivientes activos de lo que fue el cártel dominante durante el silverato en Colima, el de los Beltrán Leyva, asociados al grupo de Gerardo Mendoza, qepd, el último de los líderes del extinto cártel de Colima.

Toda una economía política del crimen organizado en la entidad,  -acompañada del surgimiento del inédito Paramilitarismo colimense- de la que nadie dice nada, economía underground  que tuvo su origen en el periodo de gobierno de Fernando Moreno Peña, y de la que los políticos y gobernantes colimotes, tienen mucho que develar aunque no la entiendan en profundidad y sean absolutamente incapaces de combatir, incluyendo a los demagogos morenistas del estado…

Carlos Ramiro Vargas. Todos los Derechos Reservados. Colima, Colima, a 28 de julio, 2019.

 

 

 

Comment here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.