Diurnarius
Miguel Ángel Sánchez Romero
El nuevo conflicto generado entre diputados principalmente de la alianza Juntos Haremos Historia, a raíz de la elección del nuevo Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado, nos confirma la inestabilidad y crisis del Poder Legislativo, pero sobre todo la falta de liderazgo, incapacidad e inmadurez del Presidente de la Comisión de Gobierno Interno y coordinador de la bancada de Morena, Vladimir Parra Barragán que con su comportamiento infantil solo ha evidenciado la corrupción, mentiras, traiciones y violencia política que envuelve al grupo parlamentario de Morena.
Pero el berrinche que hizo Vladimir y su gavilla tras no haber logrado los votos para hacerle el favor a María Elena Ruiz Visfocri de imponerla en la CDHE, le podría salir muy caro, debido a que no es la primera vez que arremete en contra de sus compañeros diputados abusando de su endeble mayoría, como lo hizo en está ocasión con Carlos Cesar Farías (PT) y Miguel Sánchez Verduzco (PVEM), Alma Lizeth Anaya Mejía (Morena) y Luis Fernando Escamilla (PVEM); a quienes por su gusto a los primeros dos los despojó de las comisiones parlamentarias que presidian, tras fracasar en su intento de sobornarlos hasta con 300 mil pesos de acuerdo a los denunciados por los propios legisladores.
Pero al parecer para bla, bla, bla, Vladimir el no mentir, no robar y no traicionar son solo palabras huecas, lo de él son las agresiones, descalificaciones y represalias contra quienes no coinciden con su forma de pensar y de negociar en lo oscurito, como ocurrió hace un par de meses con las diputadas Claudia Gabriela Aguirre Luna y Jazmín García Ramírez quienes lo denunciaron de ejercer violencia política en contra de ellas, a las que el CEN de Morena les dio la razón obligándolo a reintegrarlas su grupo parlamentario; pero como a ellos también le hizo lo propio a los panistas Francisco Rodríguez y Fernando Antero al quitarles la Comisión de Hacienda.
La realidad es que la permanencia de Vladimir en la Comisión de Gobierno Interno está en juego, bastaría que todos los diputados a los que ha traicionado o agredido se pongan de acuerdo para destituirlo; las condiciones están dadas para darse el relevo, del que todos los grupos que ahora se encuentran marginados podrían salir favorecidos, el PAN podría recuperar la Comisión de Hacienda, el PVEM la Comisión de Anticorrupción, Claudia Aguirre, Jazmín García y Lizeth Anaya la Oficialía Mayor y alguna comisión de su preferencia, el PRI la Comisión de Fiscalización, pero además quedaría posiciones nada despreciables como la Dirección de Comunicación Social, la Dirección Administrativas, entre otras que se encuentran en poder de gente incondicional a Vladimir y que bien podrían ser parte de la negociación para destituirlo y dejarle la Comisión de Gobierno Interno al PT que también es parte de la 4T.
Lo cierto es que bastaría que los coordinadores de las bancadas del PT, PAN, PRI y PVEM se pusieran de acuerdo para destituir a Vladimir y reorganizar las comisiones y el todo el Congreso del Estado, lo que definitivamente es necesario ante la evidente inestabilidad política por la que atraviesa el poder legislativo, al estar en manos de bla, bla, bla, Vladimir y sus ímpetus de adolescente.
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