Opinión

¡Cae más pronto una Griselda que un…!

Los políticos (as) cuando deciden usar la cabeza, embisten

     Machado.

Javier Montes Camarena* Locutor y Periodista <> www.enlacemanzanillo

Déjenme decirles que: Transcurrido (15 meses) ya el segundo año de su administración municipal la alcaldesa porteña Griselda Martínez tiene que responder por sus majaderías, insultos, errores y corrupciones, situaciones por las que tendrá no sólo qué corregir, sino, responder.

Allá por el mes de agosto de 2018 y ya con el triunfo en la bolsa la presidenta electa de Manzanillo les declaró una guerra de insultos a periodistas locales a los que llamó “prensa chayotera, vendida, corrupta, amarillistas, y muertos de hambre”.

Nada pasó en aquél tiempo.

Y nada pasó porque muchos de los periodistas y reporteros aludidos fueron (sin dignidad alguna) a extender la mano pidiendo su limosna, nombres, para qué, dice el viejo refranero: “perro no come perro o, el entre gitanos no se lee la buenaventura”.

Pero en 2019 la alcaldesa manzanillense Griselda Martínez volvió a la carga y, en el mes de mayo retomó sus insultos y descalificaciones hacia los periodistas y reporteros locales con más fuerza y virulencia, lo que ya le valió una recomendación de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Colima (CDHC)

Profundo e ignominioso es el silencio, sobre todo, cuando la memoria colectiva naufraga en el torrente inagotable de intereses y compromisos para quedarse callados.

Aquí es donde se extravían la memoria y el interés de los mercenarios de la pluma o el micrófono, situación que complace a los cínicos, canallas y sinvergüenzas que traicionan la confianza de la sociedad.

Por eso, son incómodos los críticos libres que rinden culto a la memoria y, a la información veraz, dando el seguimiento puntual a los asuntos públicos que desnudan la corrupción de funcionarios públicos que van pudriendo la vida institucional.

Suceden tantas cosas en el puerto, con tanta inmediatez que la tal Griselda Martínez ha aprendido, primero, a apostarle a la desmemoria de los manzanillenses y, segundo, prostituirse y prostituir a un sector de la prensa y la radio comprando, con dinero público aliados en la prensa o en las redes sociales para su defensa y alabanzas, así como enderezar ataques en contra de quienes no hablen bien de ella.

Sor Juana Inés de la Cruz decía: ¿Quién peca más? ¿El que peca por la paga o el que paga por pecar?

Por eso no es ocioso insistir sobre la irresponsabilidad de la presidenta municipal que, con sus omisiones y arrebatos y, sus muy presumibles complicidades, va contribuyendo a profundizar el pozo de la corrupción y los abismos de impunidad.

Quizá la Tal Griselda Martínez debió señalar con nombres y apellidos y con índice de fuego a qué periodistas, medios de comunicación o reporteros se refirió al llamarlos “medios chayoteros y prensa chayotera, vendida y corrupta”.

La mujer generalizó y eso, no se vale.

Hoy, en el terreno resbaloso en que gatea la tal Griselda Martínez resbala y va cayendo estrepitosamente debido a que sus gastos en publicidad y difusión no tienen claridad en las asignaciones, existe opacidad, convirtiéndose su contratación publicitaria en un canal perverso lleno de chayotes y corrupciones.

Y es cierto, la práctica gremial protectora es altamente nociva ya que existen pseudos periodistas que la sociedad conoce muy bien y saben que trabajan para conocidos delincuentes de “cuello blanco” demeritando la profesión de quienes sí son verdaderos comunicadores o periodistas.

Por eso, no hay que callar ante la migración de buenos periodistas que ya perdieron su capital personal por mudarse al territorio de los mercenarios.

Esos que hoy anidan bajo la tutela de una perversa alcaldesa municipal que cayó más pronto que un hablador “comprando” plumas y micrófonos, mismos, que muy pronto la van a traicionar hablando pestes de ella y mencionando el lodazal donde hoy se baña y se acicala la greña.

Pobre.

Ahí se ven.

ENLACITOS

Es Pregunta: ¿Quién es verdaderamente el rector de la Universidad de Colima? ¿Don Fernándone Moreno Peña o el “Guitarrón de Ocote” José Eduardo Hernández Nava quien dice ser su titular?

Mentirosillo el “Guitarrón de Ocote”.

A lo que se ve… el chaparrito endemoniado Don Fernándone Moreno Peña es dueño y señor de la Universidad de Colima y ni quien diga otra cosa.

Se aceptan apuestas.

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Estafadores: Pues nada que el Gobernador de Colima José Ignacio Peralta Sánchez y su “asesor” el pseudo periodista Bandolero Díaz Gaitán vienen extorsionando y estafando a varios colimenses honrados y trabajadores con el producto de sus ahorros.

La última fechoría de este par fue extorsionar en el mes de mayo de 2019 en Manzanillo a una señora muy enferma de cáncer con 30 mil pesos y, 15 mil pesos más con la promesa de darles trabajo de planta en el Gobierno del estado a sus tres hijos a cambio de sus ahorros que eran para sus medicamentos y que le fueron entregados.

Existe otro empresario porteño don Ignacio Ochoa extorsionado con más 400 mil pesos que el Bandolero Gaitán Díaz pidió para él y el Gobernador hampón.

Estando pendiente el robo de cinco autos que Bandolero Díaz Gaitán pidió para la campaña política a nombre del Gobernador José Ignacio Peralta Sánchez y que suman más de tres millones 500 mil pesos, extorsión y robo por lo cual existe ya una demanda penal.

De estás fechorías el Secretario General del Gobierno de Colima Arnoldo Ochoa González tiene ya el debido conocimiento de estas estafas.

Y aún hay más.

Estoy en: ipuntocom.mx – elobservadornoticias.com – pantallazo.com- diarioelvigia.com

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