Opinión

Locho Morán contra Héctor Insúa y viceversa 

PARACAÍDAS

Rogelio Guedea

Aun cuando la sociedad está hastiada de las aberraciones suscitadas cotidianamente en la política y entre los políticos, sobre todo en temporadas electorales, esto no la inmuniza a seguirse sorprendiendo. La última sorpresa (viralizada en redes sociales,  whatsapp y demás) la dio la inclusión del ex alcalde y ahora ex panista Héctor Insúa al proyecto político del actual alcalde capitalino Leoncio Morán, donde ahora participará para una diputación federal por las siglas de Movimiento Ciudadano.

Lo que sorprendió  a la comuna colimense de esta alianza es que en las pasadas elecciones Locho Morán y Héctor Insúa se habían intercambiado graves acusaciones de corrupción y, por tanto, ahora no se sabe quién de los dos ha resultado más cínico: si Héctor Insúa por aceptar la invitación de Locho Morán a integrarse a su equipo después de todos los escupitajos que pusieron a prueba su dignidad o si Locho Morán por invitar a su equipo a quien tachó siempre de ser un político corrupto e irresponsable y un servidor público ladrón. El propio Locho Morán afirmó categórico en contra de Insúa durante aquellas elecciones, todo lo cual quedó debidamente documentado en la prensa: “Nada nos va a detener, es evidente que lo que ha sufrido el ayuntamiento de Colima es un saqueo y un uso irresponsable de los recursos públicos”.

Para luego agregar que Insúa irresponsablemente había basificado a 470 trabajadores, entre ellos a la niñera de sus hijos, además de “aumentar de forma alarmante la deuda de la comuna y de dejar pasivos con los trabajadores y proveedores”. Locho Morán le llamó ratero a Insúa por hacer “perdedizos 90 millones de pesos de retenciones que nunca llegaron al Fondo de Pensiones”. “Es una canallada”, dijo Locho Morán. La definición de “canallada” que consiga el diccionario de la RAE es la siguiente: acción o dicho propios de un canalla, esto es de gente baja, ruin, persona despreciable y de malos procederes. Bueno, pues así definió Locho Morán a Insúa. Insúa, por su parte, no se quedó callado.

También acusó a Locho de ratero al robarse la gasolina del municipio, tal como lo hace un vil huachicolero. Según Insúa, fueron más de un millón de litros de gasolina que se facturaron de más durante la administración de Locho pese a que entonces había menos colonias que atender y menos vehículos del ayuntamiento en operación. Por el contrario, Locho le respondió a Insúa llamándolo cínico y ratero por robarse la luz.

No se desaprovechó el momento para que al calor de los dimes y diretes entre uno y otro saliera a la luz el día en que Locho Morán atropelló y mató a Jesús Sepúlveda Virgen en 1994, delito del que se afirmó quedó impune gracias a sus privilegiadas relaciones de poder, y en respuesta a esto Locho Morán, en un programa de radio llamado “Ya se supo”, se refirió a Héctor Insúa como un irresponsable, un ineficiente, un incompetente, un insensible con la población pero sobre todo con los trabajadores del Ayuntamiento, un falto de sentido común, un elitista (pues sólo gobernaba “para sus cuates”), un apático y, por si esto no fuera poco, un corrupto.

Locho Morán dijo que, en virtud de todo lo anterior, procedería en su contra cuando llegara a la presidencia municipal, situación que nunca sucedió. Sin embargo, hoy Locho Morán lo invita a formar parte de las filas de Movimiento Ciudadano, argumentando que tomó la decisión porque se dio cuenta de que  ¡son más las simpatías que las diferencias que tienen entre ellos! Héctor Insúa lo consintió y lo ratificó con un condescendiente movimiento de cabeza, y el fichaje quedó consumado. Ah, finalmente coincidieron en que todo esto lo hacían por el bien de la sociedad. 

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