Observador Político
Belisario Romero Sánchez
(Segunda y última parte)
Como les prometí de que continuaría con la segunda parte de este análisis de una mujer que todo le ha caído del cielo sin ganarse nada. Viri Valencia, la diputada local «totalmente palacio». A propósito alguien la orientó de que estudiara una carrera para que en un futuro no fuera criticada por ello, y aparece con una Lic en Derecho modalidad sabatina en una escuela instalada en Colima, misma que concluyó hace apenas tres años, precisamente cuando ya era «Doña Viri».
Empezó a rosarse con gente de alcurnia, con su grupo de nuevos amigos, todos cobradores de la nómina federal dados de alta como servidores de la nación, pero un poco antes de ese suceso. En las elecciones del 2015 a Indira Vizcaíno la convencen para traicionar al PRD y apoyar al candidato del PRI, al gobernador Nacho Peralta, a cambio sería premiada con la secretaría de Desarrollo Social en Colima(Sedescol), a partir de ahí Viri que ya se había ganado una amistad con Indira, se había ganado otro logro; ser el dedo chiquito, incluso era quien le hacia los movimientos administrativos y económicos a la hoy gobernadora, logicamente Viri empezó a aparecer en la nómina, pues gratis solo se toma el sol.
Como les decía en la columna anterior, la vida de Viri empezó a cambiar totalmente cuando de plano perdió la verguenza y la cambió por los miles de pesos que empezaron a pasar vía programas federales cuando ingresó como Servidora de la Nación. Como era de toda la confianza de la hoy gober, se le asignó precisamente una gran responsabilidad relacionada como tener acceso al padrón de beneficiarios, así como la entrega de programas sociales y federales. El manejo discrecional del padrón y los programas federales pues, mismo que aprovechó muy bien politicamente.
Fue en ese momento que definitivamente a Viri Valencia la perdimos totalmente, y en esa nueva vida, llena de lujos y riquezas gracias a la nómina del gobierno federal y a los programas federales en donde ella le daba el uso que le pegara la gana, la presumía hasta en sus redes sociales, llamaba la atención que una servidora de la nación, que se decía defensora de los pobres, era todo lo contrario( A colación de esta columna, me comentaron que ya borró esas fotos, no he revisado)
Bolsas y ropa de marca, sus hijos en los mejores colegios, una residencia que asciende a un costo de 4 millones de pesos, viajes al extranjero, comidas en los restaurantes más caros en la Cd de México, eran de las imágenes que Viri Valencia nos presumía en sus redes sociales; nos estaba mandando un mensaje a la mayoría de colimenses jodidos, que vivimos al día, de que ya no era la Viri Valencia, esa que salió de la nada, si no que a la llegada de López Obrador al poder, se puede y pudo mejorar su nivel de vida, eso es lo que nos daba a entender a los terrenales.
De cuánto ascendían sus ingresos para poder darse esos lujos, para adquirir una residencia en Colima(¡aguas con los prestanombres!), si apenas va empezando su carrera como «empleada de la política» y ya lleva un gran avance en bienes y patrimonios, a pocos años de estar como empleada o servidora pública y ya le ha ido muy bien, a esa velocidad no me quiero imaginar cómo terminará.
SU LLEGADA AL CONGRESO
Bien «empoderada» con el ego bien arriba, sintiéndose como Diosa, grande e inalcanzable, Viridiana llegó al Congreso del Estado. Iba como elegida de Indira Vizcaíno, como su dedo chiquito, sus oidos y orejas, la nombró coordinadora de la fracción de MORENA. El día de la toma de protesta, inmediatamente otras feminas diputadas morenistas sintieron el ataque egocentrista, pues así como Viri Valencia, también ellas tenían derecho a formar parte de la coordinación y mesa directiva, pues le estaban dando todo a Viri Valencia, como si las demás estaban pintadas o no tenían la capacidad.
Una de ellas la diputada Ana Karen, que por lo que dicen en Manzanillo también salió de la nada y gracias al sueldo de diputada en la pasada legislatura, le alcanzó para darle una transformación a su físico, logico, también debió sentirse opacada por Viri Valencia, que llegó vestida totalmente «Fifi».
Y como varias diputadas se sintieron ofendidas, atacadas por su soberbia, por su ego, la primera mujer en correr fue la diputada Kate Castillo, que llegó al Congreso del Estado a través de las siglas del PES. Kate si proviene de una familia acaudalada, sus bienes, vestimenta y accesorios no son producto de un empleo público o peor aun, de recursos federales, que deben ir a los pobres pero que se quedan en mano de Servidores de la Nación o funcionarios sin escrúpulos.
Viri Valencia creyó que Kate Castillo era suya, ya la tenía, pero como iba con el ego alto, no tuvo la decencia y humildad de tratarla bien y hacer equipo con ella, incluso, ni siquiera un saludo le mereció. Viri, cegada totalmente por el ego dejó ir a Kate Castillo, ésta se fue a hacer equipo con Rigoberto García Negrete que aunque a esa fracción del PES, conformada por esos dos diputados Viri Valencia y su equipo los subestimen, Kate Castillo hizo bien en no juntarse con malas compañias, el inicio de esta legislatura empezó mal y el ego de Viri romperá lo que pende de un hilo. Al tiempo
Estaremos al tanto qué sigue después de su paso como diputada local en el Congreso del Estado, posiblemente buscará ser presidenta municipal de Tecomán o no sé, lo que si sé es que dificilmente querrá dejar la ubre presupuestal y también lo que sé es que su patrimonio crece como la humedad. Viri Valencia es la diputada local «totalmente palacio». La unica austeridad que aplica es con su misma gente que sin conocerla votó a ciegas por ella. Es cuanto.
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