Por el equipo
Con los pelos de punta trae a los panistas la alcaldesa de Colima, la priista Margarita Moreno. Y es que resulta que llegó al poder apoyada por la alianza «Va por Colima», representada por los partidos PRI, PAN y PRD. Para lograr su candidatura, al igual que el resto de los municipios, tendría que ceder espacios en los cabildos, hasta ahí todo bien.
El acuerdo también incluía que una vez ganando, habría un reparto proporcional en las direcciones municipales para el PAN y el PRI. En este segundo acuerdo, es donde está fallando Margarita Morena que de Margarita pasó a ser un clavel, porque se está clavando los acuerdos y los cargos que le corresponden al albiazul.
Uno de los diputados locales que anda que no lo calienta ni el sol, es el presidente de la fracción del PAN, Crispín Guerra Cárdenas, que no encuentra la forma de explicarles a sus allegados con quienes ya había algunos compromisos que quién les falló es la presidenta municipal Margarita Moreno. Incluso hasta hace unos días, ni siquiera los recibía.
La Margarita que salió clavel, con su actitud de agandalle, pueden poner en riesgo la estancia en el congreso del estado, de su propio esposo, el coordinador de la fracción priista y ex secretario de finanzas, Carlos Arturo Noriega García, quien tiene una solicitud de juicio político en la puerta por haber sido parte del desastre financiero en el gobierno de Nacho Peralta.
Margarita Moreno incumplió su palabra, incumplió acuerdos y en política el que se lleva se aguanta y precisamente los priistas conocen muy bien ese tono.
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