Opinión

Griselda Martínez enfrenta a Indira, gobernadora

Carlos Ramiro Vargas. Antropólogo, ENAH, y Analista.

-O de cómo el gobierno de Indira Vizcaíno está fracturando irreversiblemente a Morena partido, estatal-

El muy oneroso arrendamiento corroborado oficialmente por parte de Indira Vizcaíno, gobernadora, de 152 patrullas , con una empresa privada del estado de México conformada por puros pri/cuates de Ignacio Peralta, respetando de un modo absoluto los contratos hechos por el ex pri/gobernador Peralta Sánchez y firmados el 15 de octubre del 2021, con Lumo Financiera del Centro; tienen un costo para los colimenses en medio de un gobierno declarado institucionalmente quebrado, de 300 millones de pesos.

Por lo que por cada unidad, Indira gobernadora tendrá que pagar dos millones de pesos en un plazo de tres años. Como si el gobierno de Colima no estuviese hasta el cuello de una deuda impuesta a la mala por Ignacio Peralta, de 11 mil, 500 millones de pesos, mdp, que la señora Indira aumentó en un solo mes, en 100 millones de dólares más, para alcanzar los 13 mil, 500, mdp, con el pretexto de hacer frente a las contingencias financieras heredadas por Peralta; con lo que el débito de este gobierno quebrado aumentó la deuda de todos los colimenses a casi 14 mil mdp.

Inmediatamente, y ante la exigencia de Indira Vizcaíno de que las 152 patrullas sean pagadas también por los 10 ayuntamientos, y distribuidas entre ellos, mediante la figura del comodato; la alcaldesa de Manzanillo, municipio, Griselda Martínez, levantó la voz frente a la cobardía de los otros 9 alcaldes, y de frente le respondió a Indira, gobernadora, que los términos del contrato eran poco claros, cuando además un vehículo nuevo con esas características costaría tres veces menos, por lo cual no estaba de acuerdo en establecer un comodato tan abusivo en términos de costo/beneficio por las 20 patrullas que le corresponderían casi a fuerzas, al municipio de Manzanillo.

La reacción de Indira, gobernadora, fue la de adjudicar la responsabilidad y aprobación del corroborado contrato, al fantasmal Secretariado Ejecutivo de del Sistema Nacional de Seguridad Pública, por la premura, dijo la Vizcaíno, de hacer efectivo dicho arrendamiento antes de que tomara oficialmente posición del poder ejecutivo estatal, pues si no se hubiese perdido tal número de patrullas.
Cuando conociendo a Ignacio Peralta, lo correcto hubiese sido mandar a volar los espurios y torcidos acuerdos del ex gobernador, para sanear todo lo que huela a pri petaltismo en una administración que supuestamente se reclama seguidora de los principios de no robar y no mentir a la población.

Máxime que el propio presidente hizo pedazos los acuerdos del aeropuerto internacional a construir en Texcoco, sólo por ser obra emblema del peñanietismo priísta y neoliberal, cuando había decenas de miles de millones de dólares ya invertidos y cuando este proyecto del que iba a ser el 4º aeropuerto más grande del mundo, Sí era un detonante y generador de decenas de miles empleos para la economía nacional.
Cuantimás un oscuro contrato de 152 patrullas que muy fácilmente se hubiese podido evitar, pues es un robo a descampado para todos los colimenses.

Ante semejante cuadro, y debido al estilo despótico y opaco de gobernar de Indira Vizcaíno, manteniendo aún las alianzas y compromisos con lo peor del pri neoliberal, pri/porril y peraltista, que se enquistó entre todos nosotros, aún a costa de la cada vez más disminuida calidad de vida de la población colimota, ante semejante y cínica continuidad del pri/peraltismo, Griselda Martínez pintó su raya del indirismo degenerado que nos mal gobierna, aduciendo que mientras en el valle de Colima se gobierna con un estilo neo/liberal por parte de la gobernadora en cuestión, en el municipio de Manzanillo gobierna un equipo leal a la Cuarta Transformación y al legado de lucha frontal contra la corrupción, emanado de las directrices políticas del presidente López Obrador.

La división abierta, tajante, de Morena partido*, en este caso, provocada por las abusivas y autoritarias políticas de la Indira, gobernadora, con la alcaldesa de Manzanillo, motor económico del estado, debe dar lugar a un debate abierto y a fondo, del estado actual de Morena partido, en Colima, donde el séquito mafioso de Indira y sus incondicionales, tienen muerto totalmente a Morena como partido, aislado de toda lucha social, de la reivindicación de Juicio Político y Penal contra Ignacio Peralta y gabinete, y sobre todo, aislado de la lucha en ciernes por terminar con las miles y diarias matanzas que se suscitan en nuestra entidad.

El debate y cuestionamiento digno y frontal, iniciado por Griselda Martínez, alcaldesa, debe de revivir la participación de los miles de simpatizantes, adherentes, y militantes de base de Morena partido, hoy reducidos a nada, a puro peso muerto, por el substitucionismo malsano del gabinete indirista y su cuadrilla de diputados que le hacen creer a la gente, que ellos y nada más que ellos son los únicos morenistas con capacidad de decisión, sobre el rumbo que debe de tomar nuestro estado, ante tantas adversidades.

Pues Morena como partido no es aún, una organización política democrática; y el método de las famosas encuestas que nos vino a imponer Mario Delgado Carrillo, ni fueron tales, y tampoco contribuyen a la construcción de liderazgos sanos, incluyentes y visionarios en Morena, capaces de ser por tanto un partido autónomo de las arbitrariedades y exigencias de una gobernadora de pacotilla, como lo es ya a ojos vistos, Indira Vizcaíno…

Carlos Ramiro Vargas. Todos los Derechos Reservados. 04, 02, 022.
Stockholm. Sweden.

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