Opinión

¡Mirad hacia Colombia, presidente AMLO!

Carlos Ramiro Vargas.
Antropólogo(ENAH).
Y Analista. En política y psico/economía.

En cuestión de tres meses serán celebradas las elecciones presidenciales en la hermana Nación Colombiana; es decir, en mayo, antes, en el mes de marzo del año que corre, se realizarán las elecciones legislativas en las que se decide el futuro del Congreso Federal y la posibilidad de lograr por primera vez en la trágica historia de este país, una mayoría de diputados y senadores identificados con el bloque opositor de izquierda, democrática, denominado Pacto Histórico, cuyo candidato en la disputa por la presidencia de la República es el economista, Gustavo Petro Urrego, actualmente Senador por la organización política, Colombia Humana. Con quien gobernó correctamente a la alcaldía de Bogotá o capital del País. Del 2012 al 2015.
Desarrollando numerosos programas sociales, apoyo a la salud y educación públicas, así como innovadoras políticas de movilidad urbana y hacia los más pobres incluyendo a los habitantes de las calles bogotanas.

No sobra decir que la derecha hizo lo imposible por descarrilar las funciones de Petro como alcalde, de modo semejante a cómo sucedió con el hoy presidente López Obrador, a quien intentaron desaforarlo con acusaciones nunca fundamentadas, durante la presidencia del panista, Vicente Fox. El caso es, que el presidente López Obrador, por uno u otro motivo, como es el hecho de que la intensa relación de México con los Estados Unidos, le exige estar muy atento a lo que sucede en nuestra frontera norte, y tras los tremendos errores cometidos por el mismo Andrés Manuel respecto al ex presidente Trump, a quien llegó a declararlo “amigo de México”, dándole un espaldarazo innecesario durante su segunda campaña por la presidencia, cuando el hoy ex primer mandatario norteamericano ha sido todo lo contrario para los mexicanos, incluidos los 42 millones de compatriotas nacidos, radicados o emigrados en fechas recientes al país de Walt Withman; es un hecho notorio que el llamado gobierno de la
“cuarta transformación”, se ha ido aislando de los diversos movimientos sociales de izquierda en América Latina, ya sea en el heroico Chile anti fascista, en Brasil con el partido de los trabajadores, en Perú, Uruguay, Ecuador o Colombia. De los cuales, el partido morena y todos los que nos reclamamos de izquierda, socialista y democrática, tenemos mucho que aprender pero también que aportar.

Es así que llegamos al año 2021, en el cual, de abril a julio del mismo año, después de las multitudinarias movilizaciones chilenas por una nueva Constitución, en esos tres decisivos meses, se suscitó en Colombia un Paro y movilización general de más de 90 días de duración, cuyo uno de sus principales objetivos fue derogar una injusta reforma tributaria, promovida por la derecha extrema del partido Centro Democrático y el presidente Iván Duque, así como por el derecho a educación, pan, trabajo y salud, y por la reforma a la policía represora enemiga del pueblo, que trajo como consecuencia alrededor de cien ciudadanos asesinados, la mayoría jovencitos/as, por la policía antidisturbios, denominada Esmad, miles de heridos, decenas de desaparecidos, y con ello, el surgimiento de las más que heroicas Primeras Líneas, que no fueron otra cosa, que la primera fila de muchachos que iban de vanguardia de las movilizaciones poniendo el pecho, el alma y todo el incandescente amor por su pueblo, frente a la barbarie de un gobierno en manos de narcoparamilitares y presididos en realidad, por uno de los mayores genocidas de América toda, como es el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, alias el Matarife.

Para julio del año 2021, desconectado de las grandes luchas sociales sudamericanas, el presidente López Obrador, además de echarle pullas innecesarias al presidente Biden, que a diferencia de Trump, siempre nos tendió la mano a los mexicanos americanos y dreamers; el gobierno morenista de la 4T, decidió invitar al presidente Cubano, Díaz Canedo, a la celebración del aniversario de la independencia de México, pidiéndole directamente al presidente Biden el cese al bloqueo norteamericano a la isla, y el reconocimiento al pueblo cubano por haber resistido de modo Soberano, el cobarde bloqueo económico a la isla.

Sin embargo, López Obrador no se fijo en la excesiva y cobarde represión del gobierno cubano hacia sus disidentes, incluyendo a policías del tiránico régimen metiéndose a disparo limpio a diversas casas de los opositores.
Algo inaceptable en un auténtico demócrata. Y Socialista Libertario.

Pero lo peor, fue que con su reclamo a Biden y su apoyo al gobierno cubano, López Obrador no se dio cuenta de que la lucha central en América Latina se estaba dando en Colombia, con sindicalistas, estudiantes, obreros, campesinos, amas de casa, ex guerrilleros inmovilizados, indígenas…

Y mientras Marcelo Ebrard, se prestaba para que el gobierno de México se convirtiera en el escudo represor anti inmigrante de hermanos centroamericanos en tránsito hacia los Estados Unidos; el pueblo colombiano daba una de sus más duras luchas de toda su historia con tres meses de duración, contra un régimen Genocida, asesino de su propio pueblo y de lo más hermoso que tiene Colombia, como es su juventud.

López Obrador y su canciller, Ebrard, parecen olvidar el papel Geo Estratégico que tiene Colombia como llave de entrada hacia todo Sud América, y como puente natural desde el sur hacia C.A y México. No es gratuito entonces la existencia de siete bases militares estadounidenses en Colombia, cuyos soldados no movieron un pelo por defender a los demócratas colombianos, que enfrentaron una represión sistemática y cobarde, excesiva a todas luces según los más altos centros de derechos humanos, a nivel mundial.
Entre ellos, el muy prestigiado Tribunal Internacional de la Haya, Holanda, contra Crímenes de Lesa Humanidad. Con un Facebook y un Marck Zuckerberg, convirtiéndose en aliado de uno de los gobiernos más injustos del planeta. Al igual que la mayoría de los medios de información de tan bella nación. La segunda con mayor bio/ diversidad a nivel mundial.

López Obrador, presidente, debe de corregir su política exterior, y darle todo su apoyo al candidato de las mayorías, Gustavo Petro, quien en junio de 2018, en su segunda tentativa por ser el presidente colombiano, en una memorable entrevista con la Revista Proceso, sólo tuvo buenas palabras de admiración y respeto, para el presidente de todos los mexicanos, Andrés Manuel López Obrador.
Además, si todo mundo habla de la integración de México con los Estados Unidos, en el ámbito económico y comercial, que representa al año un trillón de dólares y fracción de intercambio de bienes y servicios entre los dos países, sin contar que mexicanos y latinos, 55 millones, generan ya alrededor del 20 por ciento del PIB estadounidense de 20 trillones de dólares al año; prácticamente nadie habla del enorme proceso de fusión vía economía criminal entre mexicanos y colombianos, que nada más por comercio de cocaína generada por los cárteles de Colombia y distribuida a gran escala por el CJNG, el cártel de Sinaloa, Golfos y Zetas, alcanza los 850 mil millones de dólares al año…

Carlos Ramiro Vargas. Todos los Derechos Reservados.
From, Stockholm, Sweden. 07/02/2022.

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