Opinión

Indira gobernadora y la Antropología en Colima

Carlos Ramiro Vargas

Deben ser muchos los tiempos muertos de una gobernadora, que como Indira Vizcaíno, al carecer de puntos de vista propios o de soluciones de fondo a los graves problemas de Colima, opta por hacer cualquier cosa, como tomarse selphies sin ton ni son, o irse a la ciudad de México mientras Colima arde en llamas, -para hacer campaña proselitista en torno a la alcaldesa Claudia Sheinbaum-, o hacer visitas insulsas a funcionarios menores con tal de que sus gobernados sientan  que está haciendo algo positivo. Aunque muchas veces sin tomar las precauciones necesarias respecto a los visitados.

Y fue esto precisamente lo que le sucedió a nuestra primera mandataria, en la visita que hizo a la sede del Instituto de Antropología e Historia, INAH, a mediados de marzo del año que corre.

Donde acudió a hacer una visita de cortesía, al director estatal del INAH, Julio Ignacio Martínez de la Rosa, uno de los delegados federales más embarrados de compromisos innombrables con el ex gobernador, Ignacio Peralta, e involucrado en los manejos de este en jugosos negocios inmobiliarios, suscitados alrededor de los vestigios arqueológicos d La Campana, que a decir del ex gobernador Mario Anguiano, rondan los cien millones de pesos.

Más el hecho de que el delegado federal del INAH en Colima, sea uno de los pri/peraltistas más fanáticos del ex gobernador, 2009/015, no es el problema mayor de esta visita, pues ya es de todos visto, que Indira Vizcaíno, gobernadora, es la principal protectora del sátrapa Ignacio Peralta, reconociéndole una deuda ilegítima por casi nueve mil millones de pesos, de la cual no se ve beneficio tangible, alguno, y negando de modo obcecado el Genocidio existente en Colima desde el año 2009  a la fecha, Genocidio con más de cuatro mil asesinados en dicho sexenio del mal, 1000 feminicidios, 120 fosas comunes y cerca de 2000 desaparecidos.

Es por ello que Ignacio Peralta y gabinete debe ser juzgado con toda severidad, dado que todo ello configura un cuadro de Genocidio por Omisión, cuya secuela de sangre continúa con Indira Vizcaíno, ya instalada en el poder.

Gobernadora cómplice de todo este grave proceso de descomposición social que asola a Colima, y donde Julio Ignacio Martínez de la Rosa, funcionario legitimado inaceptablemente por Indira gobernadora, en la delegación federal del INAH, ha venido siendo un impostor durante años, pues recibió la delegación del INAH de manos del protegido por Indira, Ignacio Peralta Sánchez, sin estar titulado de Antropólogo Social, como presumió durante años en los que con el apoyo del pri/peraltismo, el mismo delegado se desempeñó también como delegado federal en Semarnat.

A impostores como Ignacio Martínez de la Rosa, así como a otros tipejos de mala estofa, todos cómplices del pri/peraltismo, son a quienes la Indira gobernadora, les ofrece todos sus favores aunque sean viles chayoteros de un régimen de corrupción que se niega a acabar con el indirato, tales como Miguel Ángel Vargas o Alejandro Carvajal Berber.

Lo peor aún de este caso, es que unas semanas antes de que la Indira gobernadora, visitara al no tener nada que hacer, al delegado federal impostor ya mencionado, fue terminada la redacción de una tesis que debe de haber presentado a su nombre, pero que fue hecha por un Amigo mío, médico alópata, antropólogo físico y social, y especialista en medicinas alternativas, para que la presentara a nombre de Julio Ignacio Martínez de la Rosa, en la Escuela Nacional de Antropología e Historia.

Unos meses antes de que se suscitaran tan vergonzosos hechos, quien esto escribe, Antropólogo Lingüísta de profesión con quince años de experiencia en Chiapas, le presentó al delegado y falso antropólogo del INAH en Colima, un conjunto de propuestas  acerca de cómo la Antropología Social contemporánea puede aportar y mucho, al tema de la violencia.

Como era de esperar, el Delegado me dijo que eran muy relevantes mis propuestas, sobre todo porque en Colima vivimos una guerra no reconocida por el gobierno, pero que no hay presupuesto para más contrataciones, que lo sentía mucho, y bla, bla, bla. La cosa es que para estas fechas, si ha habido dinero pero para contratar a dos de sus hijos, y seguir manteniendo su alto salario de 120 mil pesos al mes, por no apoyar en nada a los verdaderos antropólogos colimenses, ni a las ciencias antropológicas en general, como yo, -el único colimense vivo que vivió completa y conscientemente la transición democrática española, de 1977/78,  con 40 años de experiencia en las ciencias antropológicas y aportes de estudios sociales a la problemática estatal.

Carlos Ramiro Vargas. Todos los Derechos Reservados.

Stockholm, Sweden. 30 de marzo, 2022.

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