Opinión

Indira gobernadora y el Genocidio colimense.

Carlos Ramiro Vargas

En el arte de gobernar todo cuenta, las acciones, lo que se dice, las omisiones, así como la verdad y las mentiras, pero también la ignorancia o la incompetencia, en ese sentido las sucesivas posiciones de Indira Vizcaíno, gobernadora, en torno a la verdadera guerra no reconocida en Colima, rayan casi siempre en la frivolidad y la incompetencia.

Máxime, que hoy nuestra entidad es primer lugar en casi todos los delitos habidos y por haber, sean asesinatos dolosos, robo a casa habitación, secuestros, extorsión, feminicidios, existencia de fosas comunes, etcétera.

Y ya, tras casi un año ostentándose como gobernadora de este pequeño estado, en medio de esta terrible atmósfera de maldad y de crimen,  con 650 asesinados por arma de fuego, Indira gobernadora, nombró hace unos días al capitán del ejército, Héctor Castillo Báez, como nuevo encargado de la seguridad pública en la entidad, pero como hemos visto, en el caso de este fallido gobierno morenista, podrá la gobernadora nombrar a generales, coroneles o diplomados de estado mayor, en la dirección de esta área de gobierno, pero la estrategia si es que existe en materia de seguridad, sigue basándose y aplicándose de modo similar a lo que ha venido haciendo el PRI o el PAN, a lo largo y ancho de toda la nación, y de los últimos sexenios, es decir, más equipamiento militar, más armamento, más oficiales del ejército o la marina en las direcciones de seguridad, municipales o estatales, pero la guerra supuestamente inexistente sea en Colima, Jalisco o Michoacán, continúa incrementándose, y junto con ello, el poder de los cárteles sigue expandiéndose hasta volverse todo un –doble poder-, en el sentido más leninista del término.

Porque entregar el ámbito del combate a la inseguridad, a los militares, de una manera tan frívola y superficial como lo hace Indira, gobernadora, y al gobierno federal, pero sin aportar absolutamente nada por ella misma*, y su mal llamado gabinete de “seguridad”, es lavarse las manos cual Judas redivivo, y como lo hemos visto, las pilas de cadáveres siguen apilándose en todas las calles de los municipios, y zonas rurales, montañosas  o costeras, de tal modo que las diversas policías prácticamente lo único que hacen, es recoger a los montones de muertos y párele de contar.

A la par, jueces y ministerios públicos siguen haciendo de las suyas, tal y como sucedió cuando aprehendieron a la Vaca, líder del cártel local de los Mezcales, con fuerte presencia en Colima city y su conurbada Villa de Álvarez, pues del ejército de bandoleros que se dedicaron a crear caos en estas ciudades, incendiando locales comerciales y vehículos al por mayor, nuestras “reforzadas” policías sólo detuvieron a cuatro chiquillos para que en menos de 24 horas quedaran libres, por supuesta falta de pruebas.

Es decir, sin cambios de fondo en los juzgados y ministerios públicos del estado de Colima, todos, llenos de incompetencia, corrupción  y odio hacia los más pobres, cada detención se topará con los mismos resultados.

Y eso lo sabe muy bien, el flamante Fiscal del estado, el señor Briant García, conocedor profundo de que la justicia en Colima como en el resto de México, tiene los dados cargados en contra de los más necesitados. Y a favor de los ricos y de los corruptos.

Pues los cárteles saben pagar muy bien a jueces y ministerios públicos, por cada uno de sus miembros caídos en manos de la justicia. Y es en este ámbito que de parte de Indira, gobernadora, no se ve el más mínimo aporte en la materia.

Ahora bien, la minimización psico/comunicacional que hace Indira Vizcaíno, gobernadora, de la terrible violencia criminal que padecemos en Colima, y toda la prensa vendida que le hace eco, -la mayoría-, así como el burro que tiene como vocero en este rubro, un tal Joya Cervera, sólo contribuye a encubrir el estado de guerra real y no inventada existente en la entidad, lo cuál desorienta a la población civil haciéndola caer en la indiferencia ante la ola de crímenes de verdadera lesa humanidad, que terroríficamente acontecen a nuestro alrededor.

Por último, Indira al igual que el ex pri/gobernador, Ignacio Peralta, su protegido, se han convertido en verdaderos Genocidas por Omisión, pues no es de ninguna manera, normal, los cinco mil ejecutados, los mil, 500 desaparecidos, los mil, 500 feminicidios y las 120 fosas comunes, acaecidas en el periodo 2015, 021; más lo que se ha acumulado de noviembre 2021 a la fecha, 650 asesinados dolosos y 89 feminicidios, de los cuales, Indira gobernadora sólo reconoce 17.

Por otra parte, reuniones con organizaciones “civiles” de pacotilla que nunca han aportado nada en la materia, excluyendo a individuos con alto conocimiento de los procesos de violencia en América Latina, sólo contribuyen a generar un escudo de mentiras en esta guerra fratricida que es en los hechos, un verdadero y monstruoso Genocidio. Por Omisión.

Carlos Ramiro Vargas. Todos los Derechos Reservados.

Stockholm. Sweden. 12 de octubre, 2022.  

 

 

 

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