Carlos Ramiro Vargas
En una fotografía reciente, el secretario de economía del gobierno del estado de Colima, Francisco Rodríguez, aparece muy sonriente junto con el muy gris sub secretario del trabajo, estatal, como si su desempeño en el área más relevante de la administración pública fuese de excelencia, cuando en la práctica está saliendo reprobado.
Porque desde que entró Indira Vizcaíno a la gubernatura en otoño del 2021 la economía colimense va de mal en peor, lo que es mucho decir; cuando ya desde el sexenio del priísta rabiosamente, neo/liberal, Ignacio Peralta Sánchez, 20015/021, se encontraba muy por abajo del promedio nacional, en medio de una crisis financiera que llevo a declarar en quiebra oficial, al gobierno estatal, debido a la pesada deuda pública de 13 mil millones de pesos, heredada hasta fines del 2021 a la actual administración, presuntamente morenista.
En primer lugar, el desempleo aumentó en nuestra entidad, de 402 mil personas trabajando en el 2021, para fines del 2022 e inicios del 2023, a 385 mil, es decir, una reducción de 17 mil activos laborales, según informa la última ENOE, o Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo.
En otras palabras, los primeros 18 meses del mal gobierno de Indira Vizcaíno han sido puro tiempo perdido, en parte porque por encima de la preparación, la competencia y la congruencia ética y política, la des/gobernadora que hoy padecemos ha impuesto en los principales cargos de su gabinete, a puros ineptos.
Recordemos entonces, que la amigaza de la hoy mandataria estatal, la pasante en psicología, Rosy Bayardo, fungió al frente de la secretaría de economía sin saber absolutamente nada en la materia.
Así que debido a su enorme ineptitud, la manzanillense fue sustituida hace tres meses, por el pasante en economía y flamante ex/panista renegado de su militancia previa en el PRD, Francisco Rodríguez.
Quien hasta ahora no ha hecho nada relevante en este rubro, mientras todos los indicadores económicos de la entidad, siguen cayendo sin piedad.
Recordemos entonces, que las primeras declaraciones para un profesional de la economía, aunque sea un pasante que no ha hecho su tesis para titularse, como lo es Paco Rodríguez, fueron muy desafortunadas, al afirmar sin sustento alguno y motivado por la lambisconería vil hacia Indira gobernadora, que con la apertura de la carretera trans/volcánica Colima/Jalisco, el puerto de Manzanillo alcanzaría como por arte de magia el segundo lugar en el rating de los puertos latino/americanos, -en lo relativo al manejo de contenedores-, cuando antes tendría que superar al gran puerto de Santos, en Sao Paulo, Brasil, que rebasa por mucho al puerto manzanillense.
Segundo lugar, Santos, tras el poderoso puerto de Panamá.
Pero entonces, si el desempleo ha ido incrementándose desde que asumió la gubernatura, la morenista por conveniencia, Indira Vizcaíno, -pues no olvidemos que fue empleada del ex gobernador priísta Ignacio Peralta y hasta llamó a votar por él y el PRI en el 2015-; en el rubro de las inversiones las cosas están para llorar, dado que en este año y medio de des/gobierno indirista, no se ve ninguna inversión productiva de relevancia impulsada por el gabinete estatal, ni co/inversión alguna entre el gobierno estatal y la iniciativa privada, pues la mayor parte del dinero público cubiertos los gastos de nómina y cuenta corriente, la cual ha aumentado en miles de puestos de confianza, se va al pago de una deuda ilegítima a la que Indira gobernadora, lejos de disminuir ha incrementado en 18 meses hasta rondar los 15 mil millones de pesos, en deuda gubernamental.
Aspecto que ya le ha valido a la priísta/morenista que tenemos como mandataria, una llamada de atención y focos rojos por la Secretaría de Hacienda federal.
Por consiguiente, no se ve por ningún lado proyectos de inversión importantes, para el estado de Colima, ni mínima capacidad de gestión al respecto por el gabinete indirista y su hoy, flamante secretario de economía, Paco Rodríguez.
De tal modo que cuando uno compara los índices de inversión que se han ido suscitando desde el 2022 a la fecha, tanto en Jalisco y el Bajío, da envidia constatar como Colima va quedando rezagado precisamente en el aspecto más importante de la vida social, que es el de la generación de empleos.
Así tenemos que en Jalisco los proyectos de inversión no cesan de crecer, como muestran los datos nada más en la industria de la construcción que implican para el 2023, alrededor de dos mil millones de dólares, mdd, o 40 mil millones de pesos, mdp.
Pero mientras en Colima, la mayor parte del gasto público se va al pago ilegítimo de una deuda ilegítima, y la mayor parte de empleos son los que Indira des/gobernadora ha impuesto en el aparato gubernamental haciéndolo más obeso e ineficiente, dada la incompetencia profesional y académica de la inmensa mayoría del indirista, gabinete; tenemos que el gobierno jalisciense para este 2023 está lanzando el proyecto denominado Act High Tech, con el que se busca propiciar y fortalecer el talento humano de esta privilegiada entidad, -con una inversión cercana a los dos mil millones de pesos, a cargo del gobierno estatal, la academia y el sector empresarial-, y consolidar el eco/sistema de alta tecnología e innovación en Jalisco.
De este modo, se destinarán 600 millones de pesos para la enseñanza del idioma inglés, programas de pos/grado en tecnologías de la información, ciencias computacionales y electrónica. Otros 120 mdp irán a la incentivación de creación de empresas, de la industria 4.0, así como para la promoción de inversiones en el sector de energías alternativas.
Además, 520 mdp, servirán para la creación de nuevos parques industriales a empresas que deseen formar parte de este polo de desarrollo tecnológico.
Por otra parte, según ha informado Roberto Arrechedera, secretario de economía del gobierno de Jalisco, el sector público estatal estará destinando dos mil, 500 millones de pesos para el apoyo a micro, pequeños y medianos empresarios, a través de los programas, Jalisco crece y Desarrollo empresarial.
Por si fuera poco, a través del Fondo Jalisco de Fomento Empresarial, la secretaría de economía del vecino estado, cuanta con otros dos mil, 500 mdp, con los que se está trabajando en cinco pilares básicos , como son, industria, comercio y servicios, atracción de inversión nacional y extranjera, mejora regulatoria y fomento artesanal.
Con todas estas acciones, no es gratuito que la economía de Jalisco haya logrado crecer en el segundo trimestre 2022, en un 5.6 por ciento, rebasando con ello el 2.9 por ciento del promedio nacional.
El contraste con el estado de Colima y la gestión gubernamental indirista, de nuestra economía, resulta bastante triste y desalentador, con todo y que el neo/panista y hoy insaculado morenista, Paco Rodríguez, no deje de carcajearse a pierna suelta, -quizás porque los 200 mil pesos mensuales que se adjudica en el cargo que hoy ostenta le dan para eso y mucho más-.
Además de ser un funcionario déspota y discriminador de los escasos periodistas honestos que existimos, aunado a la represión gubernamental contra la prensa libre de parte de Indira gobernadora hacia todos aquellos periodistas que no le juegan al palerismo y lambisconería atroces, con los que el actual gabinete estatal pretende controlar y reducir al mínimo, la libertad de expresión y opinión crítica, en nuestra agobiada entidad.
Carlos Ramiro Vargas. All Rigths Reserved. 15, 03, 2023.
Stockholm, Sweden.
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