Por Pedro Castellanos
Con un informe gris, plagado de cifras y datos usurpados del gobierno federal, llegó el segundo año del peor gobierno de Colima, (según la percepción de los ciudadanos a la que la empresa de más prestigio a nivel nacional como es Consulta Mitofsky, ubicó en el lugar 32 de 32 gobernadores evaluados por sus gobernados, es decir, la peor del país), aunque al cierre de esta edición superada ya por su amiga de fiestas la gobernadora de Guerrero y por su compañero de partido el gobernador de Zacatecas, pero no es para menos, con las cifras negativas de la actual administración morenista (plagada de ex priistas) y funcionarios frívolos e indolentes que la acompañan (los nuevos ricos de Colima), Indira Vizcaíno sigue en plan grande apropiándose de los primeros lugares en los rubros más importantes como inseguridad donde hoy tiene el vergonzoso primer lugar mundial de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes y el de feminicidios y homicidios de mujeres donde ocupa el segundo lugar nacional a pesar de sus alardes de feminista, integrante de un comic de súper héroes denominado las “Súper Poderosas.”
Pero el retroceso que hoy resentimos los colimenses no termina ahí, en términos económicos donde por años presumía el Estado de ser de los mejores a nivel nacional, se derrumba con la ignorancia e ineptitud de quienes hoy gobiernan al estilo rancho grande, Colima ha dejado de ser un estado competitivo para convertirse en una entidad mediocre que ya no genera empleos ni riqueza como lo hacía hace apenas unos años, de acuerdo a cifras del IMCO en su edición 2023 de Índice de Competitividad Estatal 2023, Colima se ubicó en el lugar 24, siendo el estado con el mayor retroceso en comparación con el resto de las entidades y pasó de competir con economías como la de Querétaro, Jalisco, Aguascalientes, hoy se codea con las de los estados históricamente más pobres y menos competitivos del país, como Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Tlaxcala y Zacatecas.
En eso podrá burlarse todo lo que quiera la amiga y protegida política e intima de la gobernadora, Viridiana Valencia del perfil economista del ex gobernador Nacho Peralta, pero la realidad es que con el gobierno de Indira Vizcaíno, la calidad de vida en términos económicos de los colimenses ha bajado y ya no somos un estado competitivo y al paso que vamos de no ser por el puerto de Manzanillo, Colima ya estaría en una crisis de pobreza y marginación al estilo de los estados sureños, eso es lo que le duele a la gente de a pie, la que ve que su dinero no alcanza y la que trabaja por un sueldo mísero en un estado que ya no es atractivo para la inversión privada dada sus vergonzosas cifras de inseguridad y de falta de garantías por parte del gobierno.
Aunado a todas estas penosas cifras, la imagen de la segunda mujer gobernadora del estado esta cada día más desgastada por decirlo decentemente, pero en ese tema solo ella es la responsable, ya que todos los días se obsesiona en superar sus errores que la exhiben a nivel nacional como una muchacha inmadura, manipulable (por su papá y por algunas allegadas) y de poco carácter, nada que ver con la imagen de Griselda Álvarez por ejemplo, a la que ni de broma se le ocurriría subirse a cantar un narco corrido en un concierto público en el contexto de un estado fallido en la seguridad.
Así entre nulos resultados, una imagen desgastada y una actitud indolente ante sus representados, la gobernadora de Colima se prepara para entrar nuevamente al tema electoral para entregar “buenas” cuentas a su amiga Claudia Sheinbaum, a la que se le tratará de colgar el resto de su mandato en caso de ganar la presidencia de la república, pero por lo pronto, en nuestra Colima, o en su Colima, será el peor y más grande lastre y negativo que tendrá Morena y su desangelada candidata presidencial.
El año tres que ya inició para Indira Vizcaíno no será distinto, por el contrario, la luna de miel que debió vivir con los colimenses se convirtió en un mal sueño y el resto de su mandato ya con una imagen totalmente desvanecida se convertirá en una pesadilla a la que sus cercanos trataran de sacarle raja, para proyectarse de forma personal a nuevos puestos de elección popular y los que se queden en el gabinete a sacar los mayores provechos económicos posibles, sabedores de que la imagen de todos los negativos los carga la espalda de la gobernadora y una mancha más de corrupción o de ineptitud que se descubra será solapada y maquillada por su partido, ya sea en el congreso del estado o en la propia contraloría, al fin y al cabo una raya más al tigre que más les da.
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