Opinión

XÓCHITL

¿QUÉ VIENE?

SEAN OSMIN HAMUD RUIZ

Estuvo en Colima y dio su mensaje sencillo, directo, emocional y contundente. Las cosas no están bien, hay mucho trabajo por delante, si se puede, pero definitivamente es entre tod@s.

Previo a su presencia en Jardín Libertad, un grupo de ciudadanos tuvimos oportunidad de saludarla, de viva voz manifestarle algunas de las inquietudes que más afectan a la entidad y además desearle éxito en su evento.

En otro par de ocasiones ya me había tocado intercambiar palabras con ella en distintos contextos, y puedo asegurar, por haberlo atestiguado, que esa persona sencilla, preocupada y afectiva es real.

Los números, encuestas, videos y memes que circulan al por mayor definitivamente no alcanzan a retratar a esta mujer que se está jugando todo por el todo con un afán, trabajando muy duro, recomponer el país que se nos está yendo de las manos.

Con valentía y sin presunciones, con mucha emotividad y su corazón en la mano, nos deja un listado de propuestas y propósitos, cuyo único afán es corregir el rumbo y sentar las bases para un país de avance y prosperidad, siempre lanzando el compromiso de que no lo quiere hacer sola, requiere de cada ciudadano para conseguir enderezar y avanzar.

¡Qué importante es que lo entendamos!

El voto es indispensable para que se pueda dar el banderazo de salida a esta carrera que se tiene que emprender. Pero el compromiso personal tiene que ir más allá y se debe ir tejiendo la estrategia para generar esta acción colaborativa.

Con la otra candidata nunca he cruzado palabra y lo que conozco de ella es a través de prensa y medios digitales. No tengo una opinión personal, pero lo que no puedo entender es que defienda cómo estamos y que su propuesta no vaya más allá de continuar por el camino que nos tiene aquí. No me gusta, no puedo apoyar algo así.

Ese camino que comenzó muy cuesta arriba, ahora muestra una meseta desde donde el triunfo se alcanza a ver. La consigna es simple: No aflojemos el paso.

Me confieso emocionado de haber estrechado su mano, compartirle mi gusto por su visita y sobre todo verla a lo ojos y notar su transparencia, esa es XÓCHITL.

MICROCUENTO

Desperté y no, no era un escarabajo. Tampoco vi a ningún dinosaurio. Menos estaba conectado a una terminal cibernética nadando en plasma. Pude escuchar mi respiración, sentir funcionar mi cuerpo, abrir los ojos y ver unos rayitos de sol. Sencillamente desperté y di gracias.

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