Opinión

No puede Ser tanta Barbarie

Carlos Ramiro Vargas

La golpiza propinada a su propia esposa por el actual alcalde de Armería, apenas el miércoles 10 de julio anterior, el petista lopez/obradorista Salvador Bueno Arceo, -utilizando la cacha de una pistola-, además de ser un acto extremadamente cobarde, nos muestra por si a los colimenses nos quedaran dudas, el tipo de escoria humana y política que obtuvo las candidaturas locales el año 2018, por la Coalición Juntos Haremos Historia, compuesta aquí en Colima, por Morena, Partido del Trabajo, PT, y PES, desaparecido en la entidad, y avaladas en su momento por el actual comité estatal morenista, “dirigido” por Vladimir Parra y Sergio Jiménez Bojado; más sus titiriteros de arriba entre los que destacan en la cúpula de Morena en la ciudad de México, Mario Delgado Carrillo, Vidal Llerenas, César Yáñez, Claudia Yáñez, Griselda Valencia de la Mora, entre los más visibles.

De parte de Morena, las reacciones ante un hecho tan deleznable, aquí en Colima, son menos que tibias, empezando por la representante de López Obrador en Colima, Indira Vizcaíno Silva, quien divulgó su postura lamentando los hechos pero no yendo al fondo del asunto, que implicaría exigir la renuncia al munícipe armeritense estableciendo un juicio político en regla sobre su proceder público.

Porque de no hacerlo así, el desprestigio político y moral alcanzará a todo el espectro de la Coalición Juntos haremos Historia. En un contexto político y social estatal, en el que las mujeres colimenses como nunca en nuestra historia, tienen más consciencia de sus derechos ciudadanos desde un horizonte de género.

Pero si Indira Vizcaíno dice sentirse conmocionada por la agresión comentada, nunca ha manifestado una indignación mayor por el cúmulo horrendo de feminicidios, violencia e impunidad, fosas comunes y cientos de desaparecidos que asolan a Colima, desde el 2016, gracias a la incompetencia y corrupción del actual des/gobernador de Colima, Ignacio Peralta y todo su pervertido gabinete.

De tal modo que cuando ocurrió hace un mes el asesinato sin nombre, del niño mártir del Kiosko de Manzanillo, la Vizcaíno Silva pronta y celestinesca, aseveró públicamente que los índices de criminalidad iban a la baja en la entidad. Supina afirmación desmentida día a día con mínimo de 4 a 6 ejecutados cada 24 horas por todo Colima, pero especialmente en Manzanillo, Tecomán y Armería, municipio este último convertido en una autentica zona de refugio de sicarios, narcos y bandidos de toda laya, desde que el actual primer edil, Salvador Bueno, administra la gestión del Ayuntamiento Morenista.

Sin olvidar que la misma Indira Vizcaíno se ha negado a dar una explicación convincente y pública sobre su enorme tranza con el grupo empresarial Brun, cuando del 2015 al 018 se hizo cargo del municipio cuauhtemense, en el que estuvieron en juego cerca de 150 millones de pesos desfalcados al Ayuntamiento.

Luego entonces, los ciudadanos estamos percibiendo el gran error del voto masivo por el que se colaron personalidades como los actuales diputados morenistas/petistas, o los alcaldes y diputados/as, senadores/as, a sus muy ominosos cargos. –Sin la más mínima relación costo/beneficio para Colima en ningún renglón de la vida social-.

Pues ahí tenemos a Vladimir Parra o el panzón Toscano, diputados locales morenistas que con todos los otros/as de su bancada, no se redujeron el sueldo a la mitad o hasta menos, como habían cacareado durante toda la campaña electoral del 2018.

Y luego, ya en el Congreso de los colimenses, han sido incapaces de ir al fondo de la problemática política de Colima, que no es otra que la permanencia en el poder del sátrapa por gusto propio, Ignacio Peralta Sánchez, y con ello, exigir su Desafuero y Juicio Político y hacendario inmediato; antes por el contrario, han avalado todas sus medidas contra el pueblo colimense, como fue la imposición del sicario de la política Nicolás Contreras al frente del órgano regulador de agua, Ciapacov, o la imposición del comprobado delincuente, extorsionador y bandido, Efraín Medina Valenzuela, al frente de la Inteligencia policial estatal.

Como tampoco han manifestado una postura propia respecto a la nunca vista violencia en Colima, y mucho menos respecto a  los principales problemas de la entidad. Como nada dijeron respecto a la grotesca imposición del falso ingeniero, Rafael Briceño Álcaraz, más priísta/peraltista que morenista, al frente de la delegación del IMSS, o de Ignacio Martínez de la Rosa, peraltista fanático y filo pri/porro, el pasante en Antropología Social, Julio Ignacio Martínez de la Rosa, impuesto recientemente en la delegación del INAH estatal…

Todos los Derechos Reservados. Colima, Colima, México. 12 de julio, 2019. Carlos Ramiro Vargas.

 

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