Opinión

IGNORAR, NEGAR

TAREA POLÍTICA

José Luís Santana Ochoa

“Lo que sí tenemos probado, documentado plenamente, son las transferencias de recursos que salieron de cuentas bancarias de la administración priista de Colima hacia algunas de las empresas fachada de esta red. Eso está plenamente documentado, por eso es que afirmamos que Colima forma parte de esta trama”, disparó claro y directo al ser entrevistado recientemente por   Max Cortés y CentralND, el periodista Raúl Olmos de la Organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI). Una denuncia más que, fiel a sus usos y costumbre, la prensanachoperalta@gmail.com ha pasado por alto.

Son exactamente 15 millones 142 mil 316 pesos los que el gobierno peraltista transfirió de las arcas estatales, dinero de los colimenses, a empresas fantasmas. “Algo muy peculiar es que en la plataforma de transparencia viene una relación de contratos, año por año, y curiosamente se brincan la relación del año 2016, que es el año en donde surge la suspicacia de estos pagos a estas empresas fachadas”, explica el premio de periodismo a quien funcionarios peraltistas encubridores de primer nivel le negaron los supuestos contratos materia de la millonaria transferencia, a pesar de tener evidencias suficientes del atraco en despoblado.

Olmos presume que los más de 15 millones de pesos fueron a parar a las campañas del PRI porque “los delatores  en el estado de Chihuahua afirman haber sido testigos de negociaciones donde se les daban instrucciones de desviar los recursos para financiamiento electoral, y sostienen que este mismo operativo se dio en otras entidades”, por lo que Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) le están siguiendo la pista a ese dinero. “Si ellos (los cómplices de José Ignacio Peralta) aseguran que las transferencias se utilizaron para servicios, lo ideal sería tener esos contratos y esos documentos que amparen esos datos para, como periodistas, ir a realizar ese cotejo de información”. Lo limpio no necesitaría jabón…

Como dos de las empresas que recibieron transferencias de una cuenta bancaria del estado de Colima fueron utilizadas también en Chihuahua para operar supuestamente campañas del PRI, Olmos se pregunta qué chingados  hacían operando también en Colima. Pues lo mismo que en Chihuahua, aunque lo niegue el gerente del CDE del PRI Rogelio Humberto Rueda Sánchez, quien ante el peso de las sustentadas acusaciones no las pudo ignorar pero las niega como lo hizo el alcahuete órgano de transparencia en el caso de Colima para quien “la información no existía”.

“De dónde sacan que si entregó a la empresa A, B o C, entonces se aplicó a las campañas del PRI. Es ridículo, me parece que no tienen ningún soporte atribuir que esos recursos fueron a campañas del PRI. Decirlo así es actuar con dolo”, se rasga sus tricolores vestiduras el diputado plurinominal Rogelio Humberto Rueda Sánchez para quien la investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) “tiene una clara intención de ensuciar la figura del PRI”. ¿Más? Imposible.

En este caso por lo menos un connotado peraltista sale a negarlo todo, pero en la mayoría de los señalamientos de actos de corrupción habidos en los tres años que lleva la sospechosa administración peraltista ni siquiera se dan por enterados, los dejan pasar seguros de que el siguiente escándalo tapará al anterior. Ignorar y negar es la fórmula peraltista para librarse de la acción de la justicia, pero no del ciudadano que “puede exhibirlos en fragancia o denunciar en segundos el tráfico de influencias, abusos y fechorías del gobernador Nacho Peralta y sus funcionarios cómplices, pero, sin fuerza ni organización, a su ánimo lo frustra la complicidad de la clase política para encubrir o tolerar esos excesos”, en palabras de Javier Montes Camarena.

“Si ellos (José Ignacio Peralta y cómplices) aseguran que las transferencias se utilizaron para servicios, lo ideal sería tener esos contratos y esos documentos que amparen esos datos para como periodistas, ir a realizar ese cotejo de información.  En caso de que no haya sido así, valdría la pena que la autoridad estatal aclare con qué fin se depositaron estos recursos a esta red de empresas fantasmas, si no fueron para fines electorales, que le precisen a los colimenses a donde fueron a dar estos recursos”, plantea con claridad y precisión Raúl Olmos, quien profundizará en las investigaciones que correspondan “para que se sancione si existe alguna irregularidad comprobada”, tal como lo pide lleno de santa indignación Rueda  Sánchez.

EL ACABO

*Más que probado está que el Secretario de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado, Miguel Becerra Hernández, hace años caducó como funcionario público. Igual que la carabina de Ambrosio, ni sirve ni funciona, a pesar de lo cual lo sostiene en el cargo José Ignacio Peralta. ¿Y el tapadera dirigente sindical? Bien, gracias.

*El origen de los graves problemas de los hospitales y centros de salud radica en la corrupción institucionalizada en la SS y BS del Gobierno del Gobierno del Estado prohijada desde la Secretaría de Planeación y Finanzas a cardo del concuño cómodo.

*Menos mal que Colima es el estado de la República con la incidencia de corrupción más baja en todo el país, según datos del Índice de Competitividad Estatal 2018 (ICE) elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), ¡que si no…¡

 

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