Opinión

La alta traición de Morena

Carlos Ramiro Vargas

El domingo anterior, siete de junio, 2020, se efectuó una marcha desde la Piedra Lisa, hasta el Palacio de Gobierno, exigiendo la renuncia de Ignacio Peralta, en la que participaron alrededor de 200 personas todas vestidas de blanco; marcha compuesta en un gran porcentaje por padres, amigos y familiares de los cientos de desaparecidos existentes en el estado de Colima, desde que Peralta Sánchez mal/gobierna esta malograda Finisterre.

Los organizadores puntualizaron al final de la marcha, en el Palacio de Gobierno, que solicitan a los 25 diputados estatales que den inicio a un Juicio Político y Desafuero, tanto para Peralta gobernador, como para el secretario de Gobierno, Arnoldo Ochoa González.

Cuatro días después de esta inédita movilización, justa y necesaria en toda su magnitud, los 25 diputados locales no sólo no han dado respuesta, y ni siquiera los miembros de Morena y PT, tampoco han sido capaces de hacer un frente unido pues son 13 frente a 25, para desde dentro del Congreso estatal, exigir la renuncia inmediata de Peralta Sánchez y todo su Gabinete.

Esta demanda que peca de tardía dado el cúmulo de abusos, excesos e incompetencia que caracterizan al gabinete peraltista, es producto de los últimos acontecimientos y el desbordamiento de la violencia con decenas de crímenes en las últimas cuatro semanas, en los que destacan el asesinato de la diputada local, morenista,  Anel Bueno, más el descuartizamiento de siete policías del estado.

No obstante lo grave de los acumulados y violentos sucesos desde que Ignacio Peralta se hizo de la gubernatura en 2016, prometiendo acabar con la espiral de violencia iniciada a fines del gobierno de Silverio Cavazos, 2008; la situación en Colima se ha salido de control con arriba de dos o tres ajusticiados diariamente, sin contar que en ningún otro renglón de los quehaceres gubernamentales, Ignacio Peralta, gobernador, ha ofrecido buenos resultados.

Pese a todo ello, no hubo presencia física en la marcha por la Paz y la Justicia de ninguno de los 13 diputados de Morena y PT, tampoco estuvo presente el estatal presidente de Morena, Sergio Jiménez Bojado, más atareado en desmentir la participación de Morena en esta marcha, que en incentivar el apoyo de la población para hacer realidad la renuncia y los juicios político y penal, contra el sátrapa que nos mal gobierna.

Vladimir Parra, coordinador de los diputados morenistas, quien afirma aberrantemente que Morena Colima no trata con individuos sino sólo con organizaciones; en un twit aseguró apoyar a los marchistas, pero como todos sus otros nueve compañeros de bancada, hasta ahora no ha asumido de modo congruente la exigencia de renuncia al gobernador más prianista de todo México. Parra agrega además que no quiere que esta demanda sea percibida como si proviniese de Morena, como si pecado fuera admitir una demanda más que justa y defenderla con toda la fuerza y bases sociales del partido.

Por este tonto error de concepción, no ha fructificado la lucha por la Democracia y Autonomía universitarias, cuando la exigencia del fin del priporrato en el seno de la Universidad de Colima, debiera ser un tema de serio debate en todos los colectivos humanos que conforman a Morena como partido político, aquí, en esta entidad.

Y así como en los hechos, los diputados morenistas y del PT, han dejado solos a los colimenses, respecto a nuestros graves problemas estatales, así como lo han hecho con nuestros hermanos migrantes o los cientos de desaparecidos por la violencia y la impunidad reinantes; así están dejando solos a los ciudadanos que justa y pertinentemente exigen la renuncia inmediata, del sátrapa y bandido  de Ignacio Peralta.

Y ojalá las cosas quedaran hasta ahí, pero por si fuera poco la cobardía de los diputados estatales de Morena y PT, al respecto, la flamante diputada federal por Morena, -por el distrito uno por cierto donde no está nunca-,

Claudia Yáñez Centeno, abiertamente se  declaró en defensa del segundo peor gobernador de todo México, como es Ignacio Peralta, sosteniendo públicamente que Morena Colima no enarbola de ninguna manera esta demanda, pues antes de establecer un juicio político lo que se tiene que esperar del gabinete peraltista, es que de resultados, como si los cinco años previos de des/gobierno, corrupción  e ineptitud en todos renglones del peraltismo, no fueran prueba suficiente para hacer realidad su renuncia.

Esta actitud traicionera de Claudia Yáñez Centeno, y de su patiño, Sergio Jiménez Bojado,-quien debió de haber salido de su cargo desde diciembre del 2018-, no es nueva, en el seno de Morena,  pero el punto central es que una decisión de esta calado no depende de los que diga o señale unilateralmente la traicionera de Yáñez Centeno, que nada le ha aportado a Colima, sino de la decisión de los miles de militantes y afiliados a Morena estatal, y que han sido totalmente desmovilizados de toda lucha popular desde el 2018, pasadas apenas las elecciones presidenciales; a tal grado, que cuando Vladimir Parra inició la lucha por la Democracia y la Autonomía en el seno de la Universidad de Colima, en el 2019, la políticamente promiscua de Claudia Yáñez Centeno y su testaferro, Jiménez Bojado, fueron al último informe del seudo rector, Eduardo Nava, a refrendarle su apoyo.

La alta traición y  vulgar prostitución política de la federal diputada, Claudia Yáñez Centeno, no debe de quedar impune, pues hoy más que nunca la renuncia y juicio político y penal contra Ignacio Peralta, su secretario de Gobierno, Arnoldo Ochoa, y todo su gabinete, es una exigencia sensata y justa, de parte de la población colimense.

Pues nunca, desde la guerra cristera en Colima y la región, en 1926/29, se había vivido tanta violencia e impunidad como las reinantes hoy, en el pequeño estado de Colima.

Ojalá que la Senadora colimense por Morena, Griselda Valencia de la Mora, tome cartas en el asunto, así como el flamante Coordinador de Política y Gobierno, en el gabinete federal de López Obrador, el colimense, César Yáñez Centeno, ponga también un hasta aquí al substitucionismo absurdo de Claudia Yáñez, su hermana, que lo único que ha hecho en cuanto a lucha política estatal es denigrar a Indira Vizcaíno, coordinadora de programas sociales federales en el estado de Colima, pero eso sí, cuidándose de tocar así sea con el pétalo de un nopal, al peor y mas despiadado de los ladrones de cuello blanco, priístas, que durante casi un siglo, han devastado a Colima, a sus instituciones públicas y al nuestro muy abollado Estado de Derecho.

Carlos Ramiro Vargas. Junio 10, 2020. All Rigths Reserved.

Stockholm, Swedwn.

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