Opinión

Oscar no vive de la política

Observador Político

Belisario Romero Sánchez*

En el municipio de Armería, en el arranque de campaña de Oscar Avalos, candidato a diputado federal por el Segundo distrito electoral por la Alianza «Va Por México»  mientras observaba y escuchaba detenidamente su discurso , espontaneamente le salió una frase que a voz en cuello dijo, palabras más, palabras menos, «Yo no vivo ni he vivido de la política», como muy pocos se atreven a decir eso, inmediatamente una joven mujer, -que su apariencia era una madre que recien había llegado de su trabajo lo notaba por su vestimenta, que acudió al evento con el ínteres de conocerlo y escucharlo-, incrédula por lo que escuchó se le salió un quejido de su interior que se escuchó por varios asistente. Efectivamente ya no se cree en ese discurso electorero, la mujer tenía razón en dudar. A estas alturas ya no hay políticos que no vivan de ello.

Y es que a decir del discurso político que el tecomense Oscar Avalos está dando para convencer al electorado, es real, incluso no se lo dan por escrito, le sale normal, de lo más natural porque realmente lo es. Quienes conocemos a Oscar Avalos, efectivamente no vive ni ha vivido de la política. Oscar es un empresario exitoso creyente y temeroso de Dios, es catolico, muy apegado a la iglesia y a su familia. No se le conoce por ser una persona que ahora dice una cosa y mañana hace lo contrario, es pues, un político que ha cosechado amigos y buenas costumbres, incluso muchos se preguntan que qué hace de político o para qué se mete si no tiene ninguna necesidad.

Cuando fue presidente municipal de Tecomán por el PRI, en el año 2 mil, quiso ser gobernador del estado pero en su partido no lo dejaron llegar, como lo vieron fuerte, posicionado porque a pesar de ser priista no es como los demás, es diferente, es el priista ortodoxo, ese que sigue fielmente los principios que han sido aceptados por las mayorías, ese priista que sigue atendiendo y escuchando a la gente, ese priista que siempre tiene el tiempo para escuchar y atender las demandas y necesidades de la gente. No es de esos acusados y señalados de corrupción que buscan el cargo para vivir de la política y la protección del fuero. Oscar no es de esos.

Oscar Avalos es un priista de cepa, que no se mezcla con la «chusma», ni defiende lo indefendible, están juntos, pero no revueltos, por eso no lo dejaron llegar en ese entonces y esta vez, estas elecciones quería ser gobernador, pero quedó fuera por la equidad de género, dio el lugar a una mujer, cedió el espacio a Mely Romero,  porque eso es Oscar, un institucionalista que llueva o truene obedece los principios del partido, se queda para esperar mejores tiempos. Pero no se queda sentado, renegando, se queda y sigue a la orden de la sociedad y de su partido.

En el arranque de su campaña en Tecomán, estuvieron presentes sus dos hijos, Oscarín y Yali, -como les dice de cariño-, además de su hermano «Ticho», «un hombre que siempre fue un padre para él», que por ser el mayor  tomó las riendas de todos sus hermanos a la muerte de sus padre. Ellos son su familia, lo que tiene, su hijo Oscar ya le dio un nieto, aun le duele la muerte de su esposa Yalila Novela, de quien siempre estuvo enamorado. Oscar Avalos lo impulsan los valores, su familia, hace el bien sin mirar a quién, no escatima recursos, tiempo ni esfuerzo con tal de ver o hacer feliz al projimo, al vecino, al ciudadano que lo aborda. No es porque despilfarre recursos, es porque siempre ha dicho que en esta vida estamos de paso y nada nos llevaremos y cuando se puede ayudar y apoyar porqué no hacerlo.

Avalos Verdugo les dedica el triunfo que los electores le den para llegar a la camara de diputados,  a la sociedad, a la gente del campo, a los jornaleros, a las amas de casa, a los jovenes, etc, etc porque busca regresarles lo que en este gobierno les han quitado: la ilusión de cumplir sus sueños. Busca regresarles los recursos para guarderías, disminuir las tarifas electricas, el precio de Gas LP, sobretodo el apoyo al campo sector que conoce muy bien por ser además productor de limón.

Desde luego como no vive de la política, Oscar Avalos no va por los moches, por aplaudirle al presidente, por hacer show, por ego, por el sueldo o por simplemente desconocer a lo que va. Y como bien lo dice en sus discursos, aunque obviamente hay incredulos, pero por desconocimiento de su persona, no vive de la política, no tiene necesidad de andar hundiendo más al pueblo. Y como no vive de ello, dejemos pues que el tiempo y sus hechos hablen por él, hay que darle el beneficio de la duda. Es cuanto.

*El autor de esta columna es abogado y periodista

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