PARACAÍDAS
Rogelio Guedea
Las aspiraciones presidenciales de Jorge Luis Preciado Rodríguez se vinieron abajo en el momento en que fue desvelada, por parte del mismo ex candidato a la gubernatura de Colima, la farsa que ha constituido el proceso de selección del candidato presidencial del Frente Amplio por México, conformado por los partidos PRI, PAN y PRD. Preciado Rodríguez hizo fuertes declaraciones en contra de este proceso y, luego de denunciar que no fueron inscritas en la plataforma correspondiente las 150mil firmas que había conseguido para su registro, señaló que todo el proceso era una completa simulación que al final erigiría como candidata a Xóchilt Gálvez. En virtud de lo anterior, y como no quiso prestarse a esta farsa, además de hacer su denuncia también decidió renunciar a casi treinta años de militancia panista.
Preciado Rodríguez se le dejó ir a la yugular a los líderes nacionales del PAN y PRI, Marko Cortés y Alito Moreno, respectivamente, tachándolos de ser los promotores y comparsas de este fraude, al que al parecer ahora se están prestando Beatriz Paredes, Enrique de la Madrid y Santiago Creel. No importándole que estas denuncias le hicieran en más de un sentido el caldo gordo al presidente López Obrador, quien desde un principio había señalado a Xóchilt Gálvez como la favorita de la cúpula oligárquica que permea esta alianza, Preciado Rodríguez no ha cejado en su empeño de (literalmente) bombardear al Frente Amplio, y con no poca razón, pues con ello ha puesto en evidencia que los partidos tradicionales no han cambiado ni un ápice sus malas mañas electorales y democráticas. No conforme con lo anterior, Preciado Rodríguez ha acudido a las instancias legales para pedir que se anule este amañado proceso y, de ser preciso, se reinicie de nuevo.
Si bien es cierto que con la experiencia que tiene Jorge Luis de las prácticas políticas mexicanas no iba a ser difícil adivinar que este tipo de situaciones podrían surgir sin ningún problema en este tipo de conciliábulos, sobre todo tratándose de la presidencia de la República, también es cierto que era difícil creer que dadas las circunstancias del país y la situación de estos partidos a nivel nacional (partidos políticos caídos en desgracia), lo último que se podía esperar de ellos era que salieran de nuevo con su batea de babas, como lo hicieron.
No es que Jorge Luis sea un ingenuo, pues, es simplemente que en la vida uno no deja nunca de aprender. Al final del día, con todo este desaguisado, el que realmente ha hecho un jaque mate ha sido el presidente López Obrador, quien al final del día puso desde un principio los reflectores sobre la aspirante Xóchilt Gálvez, los partidos del Frente Amplio se encandilaron con ellos y, finalmente, será el propio López Obrador quien se los quite, dejando a todos otra vez en la más absoluta y cruda oscuridad.
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