Opinión

¡AH, LOS TURISTAS!

24 de abril de 2019.

VISLUMBRES

Abelardo Ahumada

Por supuesto que estamos de acuerdo en los días de descanso, en las vacaciones y en la derrama económica que en casi todas ellas se produce, dinamizando la economía, pero, aunque no deja de darnos gusto que llegue, por ejemplo, la Semana Santa, también nos da, a algunos, un poco de miedo…

Da gusto porque con las vacaciones rompe uno con la rutina, puede cambiar de actividad y hacer algo que se pospuso, o que simplemente se tenían ganas de hacer. Pero da miedo también porque casi tan súbito como el brote de una epidemia, se provoca una avalancha de turistas y, los espacios que solían ser sólo para nosotros de repente se ven invadidos por un cúmulo de personas muy parecidas entre sí, surgidas como por un acto de generación espontánea. Individuos que pululan como imitaciones o copias unos de los otros. Pues van con sus lentes negros, con sus pantaloncitos cortos, con las sandalias o con los huaraches que jamás usan en sus lugares de origen, con las zancas blancas a las que tiene un año que nos les pega el sol, y con ese aire de novedad en el que se perciben las ganas de tener un buen rato de reventón, de panza al aire en la playa o de perderse un día o dos en la borrachera total. Sin que les importe dejar un mugrero por donde pasan o están.

En la carretera, como vomitados por sus propias ciudades, por sus escuelas, por sus negocios, por sus oficinas, algunos de los muchos turistas son una suma de peligros, pues vienen desaforados, manejan como verdaderos cafres y arden en las ganas de llegar al sitio que se pusieron como meta. Máxime si es el mar. En donde tienen como dogma de fe la idea de que – según eso- “la vida es más sabrosa”.

Pero el problema es que, en su afán de llegar, los más irresponsables ni siquiera miran los paisajes por donde van pasando y, al actuar así ponen en peligro sus vidas y las de los demás, y es por eso que todas las vacaciones cobran sus cuotas de heridos y muertos.

Los turistas que por su buena suerte tienen un viaje feliz, no bien llegan a las playas cuando comienzan a arrepentirse de haber ido, porque sanitarios ni vestidores suficientes, porque los asaltan y los desvalijan los comerciantes del rumbo, los restauranteros, los hoteleros y hasta los vendedores de tacos, hot dogs y tostadas de simple ceviche. Porque todo en estos días cuesta un dineral; en la playa las sombrillas suben cosa de un cien por ciento; los mariscos vuelan más alto que pelícanos y gaviotas, y todos los prestadores de servicios hacen su agosto en marzo o abril, según se haya movido la Semana Santa.

Y en su desapego por lo santo, el día que los turistas regresan a sus lugares de origen vuelven a ver su realidad cual es: comenzando por las larguísimas colas de coches, camionetas y camiones que se forman sólo para entrar, por ejemplo, a Guadalajara. Ya no se diga a Toluca o al Distrito Federal, terminando con la visita forzada de muchos al Monte Pío y las casas de empeño para embargar sus alhajas y tratar de recomenzar la oprimente rutina de la que salieron corriendo apenas cuatro o cinco días antes.

En la contraparte de todo este peregrinar turístico está la felicidad relativa de los prestadores de servicios que los asaltaron en cada sitio en donde estuvieron. Y serán los secretarios o directores de turismo quienes dentro de los días siguientes informen: “Hubo una derrama económica de tantos millones de pesos”. Mientras que, inextinguibles, irredentos, los turistas en sus trabajos ya estarán pensando a dónde habrán de ir las próximas vacaciones o puente largo en el calendario.

O LE HICIERON AL MONJE O LE HICIERON LOS MANDADOS. –

Entre las muchas y más desagradables notas que salieron a la luz durante los pasados “días santos”, hubo una capaz de crispar los pelos de muchos profesores: me refiero a la ingrata noticia de que ya le devolvieron (o no tardan en devolverle) todos los bienes que precautoriamente le habían embargado a la ex lideresa nacional del SNTE, quien, gracias a un muy mal tramado proceso acusatorio, no sólo salió de la cárcel en julio pasado, sino que fue exonerada de todos los cargos que se le imputaron por parte del gobierno de Peña Nieto hace seis años.

El contenido de esta noticia no es, sin embargo, de ninguna manera inesperado, porque si bien pudo tomar desprevenidos a ciertos lectores, radioescuchas o televidentes que no le dieron oportuno seguimiento a su liberación, ése era un detalle que se tenía previsto por simple coherencia con los hechos, pues tal y como advirtieron sus abogados defensores, “si los bienes de La Maestra le fueron incautados por suponer que los habría adquirido con recursos ilícitos, y no se lo pudieron probar, lo lógico es que forzosamente tendrá que devolvérselos”. Como de hecho fue, al no haber, supuestamente, causa que perseguir.

El origen de todo este penoso asunto radica en el hecho de que cuando los allegados del presidente Enrique Peña Nieto le aconsejaron dar un escarmiento a La Gordillo, para que supiera con quién se estaba metiendo, nunca quisieron acusarla como debieron de haberlo hecho, porque sabían muy bien que necesitaban políticamente al grupo que ella había dirigido, y porque sabían, igual, que si la acusaban con toda la formalidad del caso se iban a echar encima a todos los demás líderes corruptos de los demás sindicatos oficialistas que existen en México, en la medida de que todos pecan del mismo mal: el de usar y abusar, a su más grato antojo y sin rendir cuentas a nadie, de las cuotas que el mismo gobierno federal les retiene cada quincena a los trabajadores para trasladarlas a las cuentas de sus líderes. ¿O no?

Voy a tratar de explicar: el verdadero motivo por el que EPN y su gente decidieron dar un escarmiento público a “la guerrera chiapaneca” no fue porque hubiese robado algo, porque ninguno de ellos estaría libre de culpa para echarle eso en cara, sino porque, como se recordará, ella, cuando fue ninguneada en el 2006 por la nomenclatura del PRI en su aspiración a ser candidata presidencial, no sólo se alió con Felipe Calderón Hinojosa, el candidato presidencial panista, para hacerlo ganar, sino que realizó todos los esfuerzos que le fue posible para impedir que Roberto Madrazo Pintado triunfara en las elecciones. Y porque, en segunda instancia, una vez logrado ese propósito, se afanó para constituir su propio partido: El Panal, hacia el que literalmente arrastró a la mayor parte de los integrantes de las secciones sindicales del SNTE en todo el país.

Aparte de lo anterior, su último gran pecado fue el de externar un muy sonoro “no” contra la Reforma Educativa que Enrique Peña Nieto estaba tratando de impulsar como presidente recién estrenado y, como eso ya rayaba en los niveles de lo intolerable para un mandatario que se jactaba de haber contado con un gran apoyo popular, EPN le que ordenó al procurador y sus empleados: “Acúsenla de cualquier cosa y quítenla de mi camino, para que aprenda a no meterse conmigo”. Pero ellos, con un criterio pragmático y frío calcularon que si la acusaban de estar malversando las cuotas sindicales de sus agremiados y se lo pudiesen probar (cosa que sería muy fácil, digo yo), no sólo motivarían una revolución interna en el propio SNTE, sino sentarían un precedente a nivel nacional y sería muy posible que, como derivación de tal acto, los trabajadores de todos los demás sindicatos dependientes del gobierno, en su mayoría priistas, exigieran lo mismo respecto a sus líderes abusivos. Y era muy claro que de ningún modo les convenía despertar el avispero.

Otro de los razonamientos que los operadores de EPN lograron hacer fue que si acusaban a Elba Esther de estarse enriqueciendo con el uso y abuso de las cuotas sindicales (de las que nunca, por cierto, dio cuentas a nadie), tendrían que acusar, a su vez, a todos los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, porque todos, cada uno en su nivel, eran beneficiarios de la misma práctica. Y ése era otro detalle que tampoco se podían ellos permitir, porque fueren como fueren los dirigentes secundarios de dicho sindicato, también eran útiles al PRI y al propio EPN.

No habiendo, pues, mejor cosa que hacer, decidieron acusarla de manejar recursos ilícitos de dudosa procedencia y orquestaron en su contra toda una costosa campaña de desprestigio, filtrando a la prensa todo lo que de ella sabían de antemano en cuanto a las fincas y los edificios de departamentos que poseía en la ciudad de México, las dos carísimas residencias que poseía en San Diego, las varias cuentas millonarias que manejaba con el apoyo de algunos incondicionales y las indescriptibles “salidas de compras” que hacía con un séquito de parientes y lacayos en las más caras tiendas de Hollywood y Beverly Hills, California. Para posteriormente bajarla de un jet ejecutivo que la trajo desde su residencia en San Diego, California, y trasladarla, ya en simple calidad de rea, en una humillante patrulla policiaca, a una suite del Reclusorio Femenil de Tepepan.

Con lo que acaba de suceder ahora se prueba, una vez más, que ni EPN ni sus chalanes querían desmantelar al SNTE, sino dominar la víbora que se les resistía a su encanto y, no fue por menos que  sin batallar, inmediatamente y “por la buena”, convencieron a los demás integrantes del Comité Ejecutivo Nacional para que aceptaran los hechos y se recorrieran en el escalafón para que Juan Díaz de la Torre, su segundo al mando, asumiera sin mayor trámite el cargo que había desempeñado “La Maestra”. Propuesta que todos ellos aceptaron sin chistar porque tratándose de una “instrucción presidencial”, no les quedaba más remedio que acatarla, si no querían correr la misma suerte que la doña a la que le besaban los pies apenas un día antes.

Pero este mismo hecho, sin embargo, demuestra igualmente que no es muy cierto que le hayan hecho los mandados, como doña Elba ha venido afirmando, sino que simplemente los otros le hicieron al monje.

DEJARON DESCOBIJADO A AMLO. –

La gente de AMLO (no toda sino la más perspicaz) ha entendido desde un principio que a él lo dejaron, en ese mismo sentido, prácticamente descobijado, porque mientras por una parte el día que inició el ciclo escolar, la profesora salió a esgrimir su fuerza y gritó a todo pulmón que gracias a ella se había tambaleado la Reforma Educativa promovida por EPN, mientras que AMLO había anunciado que de llegar él al poder promovería la anulación de dicha reforma.

Al observar esa extraña coincidencia de propósitos, no faltaron, por ende, los críticos de mirada chata o de malsana intención que comenzaron a difundir la idea de que Andrés y Elba Esther habían hecho alianza para lograr lo mismo. Siendo que AMLO no traga a la doña, y que tampoco la puede atacar porque el poder judicial la descubrió inocente de lo que se le había acusado.

En ese rumbo de cosas el presidente López Obrador ha tenido una mayor preocupación por tener que confrontar legalmente a la CNTE que por la campaña que Elba Esther claramente está realizando para volver por sus fueros al SNTE. Y no le quedará más que dejar que las cosas corran su curso legal allí, con la expectativa, tal vez, de que las bases del sindicato magisterial no vuelvan a votar por la chiapaneca. Pero no más.

SEGUNDO DESTINO TURÍSTICO. –

Existe en Colima la creencia de que “después de Manzanillo, Comala es el segundo destino turístico de nuestra entidad”. Y tal vez sí sea muy cierto, porque como lo hemos podido constatar en la nueva edición de la Feria del Ponche, Pan y Café, es un gentío el que se han dado cita allí, pero con muchas incomodidades de por medio.

Las dos principales quejas que escuché al respecto fueron sobre lo mismo que se ha venido diciendo desde hace varios años atrás: que no hay suficiente espacio de estacionamiento; que no hay, tampoco, los indispensables servicios sanitarios que se requieren cuando una multitud de personas se presentan y que, por último, el tráfico se estrangula tanto hacia la salida a Villa de Álvarez y Colima, que es imposible que una ambulancia entre o salga del pueblo en caso de una emergencia. Algo, pues, que se debe prever y solucionar no sólo para la próxima edición de la feria, sino para las fiestas patronales de diciembre, en las que se presentan problemas muy similares.

 

 

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