Opinión

#LaLupa: ¡Fue Rigo!

Por: el equipo

Tuvieron que pasar varias administraciones municipales  y  legislaturas locales para que alguien levantara la mano para buscar una solución integral en la reparación del tramo carretero Perritos Bailarines- Cofradía de Morelos, en Tecomán. La cual ha cobrado vidas y ha puesto en riesgo la integridad fisica de muchos conductores por lo dañada que ésta se encuentra y se han  se han registrado cientos de accidentes.

Los tres primeros años de administración del alcalde reelecto en Tecomán, Elías Lozano Ochoa a lo unico que se llegó fue a cerrar dicho tramo, cierre que estuvo a cargo del reelecto regidor Sergio «Chamuco» Anguiano y se hizo  para generar presión para que  las autoridades estatales y federales destinaran un recurso emergente para dicha obra.

En ese cierre que estuvo por pocas horas, debido a la paralización del tráfico y la afectación de quienes atraviesan el Estado para ir a Michoacán, que obligadamente tienen que pasar por ahí, rapidamente llegó a dicha manifestación el ex secretario general de gobierno Ruben Pérez Anguiano, en representación del gobernador.

Los acuerdos que se lograron para abrir la circulación es que a partir de los siguientes días, iniciaría la reparación del tramo carretero. Efectivamente, para calmar los animos, llegaron a simular que se estaba realizando la obra, sin embargo, más adelante ésta quedó nuevamente en el olvido.

Quienes por ahí circulan diariamente para ir a trabajar al campo, son testigos de los daños que tiene y que se requiere de una reparación integral, totalmente nueva y de calidad. El alcalde tecomense Elías Lozano Ochoa desde un principio dobló las manos y aventó la responsabilidad a otros, justificando que dicha reparación no le compete al municipio. Otros funcionarios y servidores públicos hicieron lo mismo, nadie habia levantado la mano, quizás porque no pasan por ahí y mucho menos viven en Tecomán.

Es decir, la solicitud de reparación total e integral de dicho tramo carretero, había quedado sólo en una manifestación con olor político, sin nada formal, ni humanamente posible para que de una vez por todas, se le diera seguimiento formal a su reparación y evitar más accidentes y muertes.

Fue el diputado local Rigoberto García Negrete, el personaje político que menos pensaron lo fuera hacer realidad, fue él el que levantó la mano y y dijo «esa boca es mía», quien formalmente ha solicitado la reparación, lo hizo por los medios facultados  para ello, primero ante el pleno del congreso posteriormente ante la SCT, que son ellos los ejecutores de los recursos para dichas obras carreteras.

Y es que sólo el que carga el morral sabe lo que lleva dentro, si  Rigoberto García no estuviera en los zapatos de toda esa gente que diario camina por ahí, si éste estuviera en su zona de confort alejado y desoyendo las necesidades de la gente, tampoco hubiera levantado la mano. Pues es más facil echar culpas y aventar la bolita a buscarle solución a las demandas y necesidades de la gente. Fue Rigo García el que tomó esa iniciativa porque aparte de ser ahorita legislador, su ADN siempre ha sido de campesino, productor y comercializador de limón y otros productos del campo. Ahora lo que resta es que la propuesta (solicitud) llegue bien amarrada ante la SCT para que no tengan pretextos para no hacer dicha obra, porque recursos si tienen.

 

 

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