Opinión

Frente Amplio vs Indira Vizcaíno y viceversa

PARACAÍDAS

 Rogelio Guedea

 Hay algo que no pueden remediar las encuestas: es la realidad. La realidad la siente y la percibe la población, las encuestas son virtuales y, ahora mismo, carecen de credibilidad. Y aunque la realidad tiene, según se le vea, una cara buena y una cara mala, regularmente es contundente y se hace sentir en el cuerpo. En Colima, por ejemplo, la realidad es brutal en virtud de la violencia que desde hace años asola nuestra entidad y que desde el gobierno de Indira Vizcaíno se ha recrudecido, convirtiéndose en el mayor reto de su gobierno.

Aunque el gobierno indirista esté llevando a cabo logros importantes (con todo y lo criticable que pueda ser las Colibecas-Computadoras, por ejemplo, es éste un programa plausible), la violencia y el estado de tensión en el que viven día a día los colimenses eclipsa todo lo demás, por eso mientras no cambie el rumbo en este sentido y se mejore la vida cotidiana de los colimenses (hacia un estado de mayor paz y bienestar social), el resto de los logros del gobierno indirista no lograrán brillar como se debe, y más si a esto se le aúnan noticias como la que involucra a funcionarios de primer nivel comprando casonas en zonas de privilegio.

Al gobierno de Indira Vizcaíno se le ha criticado su área de comunicación social, pero, insisto, no habrá área de comunicación social efectiva mientras no se cambie el paradigma de lo prioritario (mejorar la seguridad y salud de nuestra entidad) contra lo no prioritario (repartir becas). En el momento en que lo prioritario mejore, todos los demás esfuerzos loables del gobierno indirista (que los hay), brillarán por su presencia, y con esto le será mucho más difícil al Frente Amplio colimense poder abrirse paso en la contienda electoral del 2024.

Por lo pronto, el Frente Amplio colimense está dando bandazos entre presentar denuncias inprosperables en contra de la Ejecutiva estatal y no saber mucho qué hacer con respecto a otros temas que tienen un efecto sumamente negativo en la población (como el mismo de la violencia).

¿Dónde están en el Frente Amplio los adalides del sentido común, entonces? Ser oposición no significa sólo criticarlo todo, también significa dar resultados. Diputados como Crispín Guerra, Jesús Dueñas o Fernanda Salazar han hecho mucha grilla y poco o nada de trabajo legislativo trascendente.

¿Así quieren ganarse la aceptación ciudadana? Las estructuras de poder en nuestro país y sus jerarquizaciones, lo sabemos, no han cambiado mucho, más bien no han cambiado nada, de manera que aquellos que se pongan a quererle ganar una batalla legal a la gobernadora Indira Vizcaíno sin tomar en cuenta su relación con la futura presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y con el actual presidente de nuestro país, lo único que hacen es perder el precioso tiempo dándole la espalda a los clamores de una población que, sí, lo único que está pidiendo es tregua con una realidad acechada por la violencia.

Al Frente Amplio, por tanto, también le hace falta invertir el paradigma de lo prioritario y lo no prioritario y empezar a hacer su trabajo como verdadera oposición, no onanismos legaloides que, ellos mismos lo saben, van a darse de bruces contra un barranco.

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