Opinión

“Vuelta a las alianzas”

PARACAÍDAS 

Rogelio Guedea

De una semana al día de hoy el tema de las alianzas ha progresado y cambiado drásticamente en su configuración. Por un lado, parece que se conformarán dos grandes bloques de los cuales seguramente saldrá el próximo gobernador o gobernadora de Colima. Estos bloques son: PRI-PAN-PRD y Morena-PT-PANAL y posiblemente Verde Ecologista. Iría solo y sin posibilidades de triunfo Movimiento Ciudadano y los partidos de nuevo registro: Redes Sociales Progresistas, Partido Encuentro Solidario (antes Partido Encuentro Social) y Fuerza Social Por México. Con respecto a la primera alianza (PRI-PAN-PRD) se tiene ya a una figura visible y competitiva en el actual panista Jorge Luis Preciado Rodríguez, quien estuvo ya a una cabeza de ser gobernador en las pasadas elecciones, sin embargo será muy difícil que el PRI acepte una candidatura no sólo de alguien con quien se enfrentó férreamente en los mencionados comicios, sino también que acepte entregar toda su estructura y sus recursos financieros en un candidato distinto de su propia militancia.

Esta alianza, por tanto, se impone compleja y pareciera que casi imposible, pero el PRI tendrá que reconocer que a este día no tiene todavía un candidato lo suficientemente competitivo como para enfrentar a la coalición adversaria y si quiere medio recuperarse del pasado cataclismo que vivió  tendrá que pensar con la cabeza fría y por encima de sus más íntimos intereses. De otra manera, esta alianza no tendrá futuro y seguramente cada partido irá por su propia cuenta, esto es sin posibilidades de triunfo.

Con respecto a la colación Morena-PT-Panal y posiblemente Verde Ecologista, la situación está más sencilla pues se tiene un líder todavía fuerte a nivel nacional en la figura del presidente López Obrador y no creo que sea muy fácil hacerle un berrinche más allá de lo que cualquier negociación puede conllevar, el problema es que en esta alianza todos los posibles candidatos a la gubernatura se sienten en primera fila y esto conllevará una riña interna que aunque legalmente constituya una alianza, de facto no lo será, sobre todo si llega a quedar al frente de esta coalición Indira Vizcaíno, la que más animadversión crearía al interior de la alianza, y no sólo porque no pertenezca a Morena sino también porque no demostró convicción con el partido cuando se integró al gabinete priista de Nacho Peralta y luego se le asoció en contubernios políticos con el otro otrora priista Rogelio Rueda y toda la base priista que posteriormente empezó a salir a la luz.

Lo mismo, pero en menor grado, podría despertar en esa alianza el propio verdecologista Virgilio Mendoza, cuya postulación no se vería por la base morenista de forma tan legítima como parece pues Virgilio Mendoza viene de un pasado político zigzagueante en términos políticos. Los candidatos que menos estropicios crearían serían, pues, la propia Claudia Yáñez y e mismo Joel Padilla, ambos pertenecientes a fracciones (morenista y petista, respectivamente) que han trabajado unidas desde las pasadas elecciones.

Pese a la complejidad con que se mira esta alianza, se tendrá que resolver de una u otra manera tomando en cuenta, se ha dicho, el proyecto político de la Cuarta Transformación, así que ya veremos cuál de los candidatos va a asegurar más ese proyecto y cuál le representará más lealtad y continuidad, sobre todo en estos tiempos de recrudecido divisionismo. Por último, como ya he dicho, Movimiento Ciudadano y los otros partidos de reciente creación, de no ir coaligados, sólo batirán un poco más el agua en las elecciones pero no podrán aspirar al triunfo pues al día de hoy se les ve incluso diseminados entre las aguas revueltas creadas por los dos grandes bloques partidistas que se están conformando

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