Opinión

CABILDOS INOPERANTES

TAREA POLÍTICA

José Luís Santana Ochoa

“De lo perdido lo que aparezca”, es la divisa de actuación de la mayoría de los candidatos a presidentes municipales que llegaron a los cabildos como regidores de consolación tras haber sido derrotados en las elecciones del domingo 01/07/2018. Como gatos al bofe, se lanzaron sobre el pastel de los puestos de confianza de sus respectivas administraciones municipales para colocar en ellos a sus allegados; también, para amarrar “moches, porcentajes, entres, retornos”, sobre las obras públicas que lleguen a realizarse en el trienio, más los contratos y adquisiciones de todo tipo como los relacionados con los camiones recolectores de basura, por ejemplo.

En Tecomán, el priista ex candidato a Síndico, Santiago Chávez Chávez, quien hizo su agosto como funcionario del Ayuntamiento 2012-2015 que fuera presidido por Héctor Raúl Vázquez Montes, ni tardo ni perezoso, peleó y obtuvo el respaldo del alcalde por MORENA, Elías Lozano Ochoa, para ocupar la comisión que tiene que ver con los temas de desarrollo urbano y obras públicas, sabedor de que ambos rubros son altamente generadores de “cash” para quien los controla. El panista Sergio “El Chamuco” Anguiano Michel se enrolló su larga cola en una de sus extremidades inferiores para metérsele hasta la cocina a Lozano Ochoa desde donde está sirviéndose con la cuchara pozolera.

Eso sí, agradecidos con quien les está permitiendo clavar sus garras en el presupuesto municipal, incluido el acceso a chambas de confianza para su gente, los regidores Santiago y Sergio le corresponden al alcalde Elías aprobándole todas sus decisiones sin cuestionarlas, colaboracionista actitud que hasta sus  mismos compañeros de la “Cuarta Transformación” perciben pero terminan aceptando sin hacer gestos porque a ellos también algo les toca, así sean boronas.

En lugar de velar en el cabildo por los más caros intereses y sentidas demandas de los tecomenses en materia de seguridad y el cuidado debido al medioambiente, servicios públicos aceptables y el aliento a la economía municipal, los convenencieros regidores mencionados en el párrafo anterior centran su atención y energías en obtener las prebendas que creen merecer, importándoles un comino la suerte de sus representados en el que se supone es el máximo órgano decisiorio de todo ayuntamento.

Lo mismo, corregido y aumentado, y con mayores repercusiones negativas, ha venido sucediendo en el municipio capital económica del estado, Manzanillo, que vive un trienio Gris con quien no tiene ni la más mínima idea de los requerimientos del puesto que ocupa ni la madurez emocional, experiencia, oficio político, lenguaje y experiencia como servidora pública: Griselda Martínez , a quien le valen madres los estragos que con su incompetencia le está causando a la vida económica, política y social del municipio porteño. Lamentablemente, allí tampoco el cabildo cumple a cabalidad su papel como garante de apego a la normatividad municipal, tomador de las grandes decisiones y fiscalizador del origen y destino de los recursos que pasen por las manos de la señora presidente.

La propia regidora panista Martha Leticia Sosa Govea le declaró a la prensa porteña que negoció con la alcaldesa Martínez un paquete de 20 puestos de confianza para sus comadres y ahijadas que la han acompañado en su brega política de eternidad. Como favor con favor se paga, la señora de Rodríguez García ha sido condesciende con las ocurrencias, arranques y ex abruptos de quien, la presidente Gris, simple y llanamente calificada no está para desempeñar tan importante cargo, limitaciones que no son suplidas por su inoperante cabildo como debiera.

También al regidor independiente, Carlos Alberto Arellano Contreras, se le ha visto hasta ahora en la misma tesitura que su compañera Martha Leticia, cuando ambos, sumados al verde ecologista Virgilio Mendosa Amezcua, debieran haber asumido desde el arranque mismo de la errática administración municipal porteña un mayor compromiso con los manzanillenses productivos que se ven al garete. La misma inoperancia cómo órganos de gobierno de los dos cabildos arriba mencionados se da en diferente grado en los restantes ocho. ¿O no?

EL ACABO

*Sin excusas ni pretextos, los regidores de los diez cabildos en el estado deben poner su capacidad, experiencia, oficio y capital político, al servicio de las mejores causas de sus representados como la de garantizarles una administración municipal que propicie su desarrollo armónico e integral y no eche todo por la borda como sucederá si no se ponen las pilas.

*Cierto es que no hay mal que dure cien años ni municipio que lo soporte, pero las consecuencias de una administración municipal de ocurrencias, de puntadas, de arranques, como la de Manzanillo, trascenderá, para mal, varios trienios, si su propio cabildo no le pone freno de mano y empieza ya serio a tomar las decisiones que claman los ciudadanos en lugar de conducirse guiado por intereses personales y de grupo.

 

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